Dinero 7/19/2016
A pesar de las mejoras en materia de desnutrición en Latinoamérica, la cifra de personas que actualmente padece hambre aún es alarmante. Según el Banco Mundial, elevar la productividad agrícola de las familias de bajos ingresos es una estrategia clave en la lucha contra el hambre.
Cada día, alrededor de 27 millones de latinoamericanos van a la cama sin nada que comer, según reveló recientemente el Banco Mundial en una publicación. Esta cifra representa casi el 5,5% de la población total de la región.
A pesar de que el dígito aún es alarmante para el desarrollo social de la región, es menor que el registrado hace algunos años. Tal como lo registró la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en el periodo entre 1990 y 1992 la cantidad de personas que padecía hambre alcanzaba los 58 millones.
Esto significa que en ese momento, el 14,7% de los habitantes de América Latina y el Caribe sufría de desnutrición.
“Se puede decir que la región de América Latina y el Caribe ha cumplido la misión, establecida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que padecen hambre”, afirmó el Banco Mundial.
Las Naciones Unidas consideran que la región ha progresado más rápidamente en comparación con otras, en materia de programas de alimentación escolar y de apoyo a la agricultura familiar.
La mayoría de los avances se registraron en América del Sur, donde fue posible reducir la desnutrición en un 75% desde 1990 a 2015. Para el año anterior, se registró que en Suramérica la tasa de desnutrición se ubicó por debajo del 5%.
Por su parte, Centroamérica ha reducido la desnutrición en un 38% en el mismo periodo, yen el 2015 un 6,6% de centroamericanos aún sufrían de desnutrición. El caso del Caribe es el menos exitoso, donde se ha reducido la desnutrición en un 26,6% y casi un 20% de los habitantes del Caribe luchaba contra la desnutrición en 2015.
Fuente: FAO, cálculos Dinero
La desnutrición en el resto del mundo y la productividad agrícola
En los últimos 25 años los porcentajes de desnutrición se redujeron del 19% al 11% a nivel mundial, por lo cual hoy se encuentran alrededor de 800 millones de personas con problemas de desnutrición. Por estos motivos, será un gran reto acabar con el hambre para el 2030 y cumplir con el segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible, teniendo en cuenta el ritmo de crecimiento evidenciado en la actualidad.
Por esta razón, el Banco Mundial indica que para acelerar dicho ritmo es esencial elevar laproductividad agrícola de las familias de bajos ingresos, ya que el 70% de la población pobre del mundo trabaja en el campo.
“Al aumentar la productividad y reducir la vulnerabilidad de los pequeños agricultores, así como mejorar la calidad de la nutrición en edad escolar, han contribuido de manera significativa a mejorar la seguridad alimentaria en la región”, cita el Banco Mundial en su publicación.
Otra razón para invertir en la productividad agrícola (especialmente cereales) es el hecho de que influyen directamente en el número y formas de desnutrición. Según cifras del Banco, de 2000 a 2012, cuando se registró un aumento anual promedio del 2,6% en la producción de cereales en los países de bajos ingresos, la pobreza y la desnutrición se redujo en un 2,7% por año. Ya entre 1990 y 1999, cuando la producción se estancó en los países más pobres del mundo, hubo poca mejora en los índices de pobreza y la salud nutricional.