* Imagen Amnistía Internacional
Por Helen Alexa Montenegro Rojas – asistente de Investigaciones y asuntos de Género de Cedetrabajo.
Mientras en Colombia se celebraba el fallo de la Corte Constitucional que despenalizó el aborto hasta la semana 24, Estados Unidos retrocedía más de 5 décadas en las conquistas alcanzadas. Situación que ha afectado a millones de mujeres y ha desatado numerosas batallas políticas en un país muy dividido.
El aborto dejó de ser un derecho constitucional en EEUU el 24 de junio del 2022, así lo decidió la Corte Suprema del país, de mayoría conservadora. En una decisión muy poco habitual, el tribunal revocó su propia e histórica sentencia de 1973. Hasta ese entonces, el derecho al aborto estaba protegido a nivel federal por la Constitución del país mientras el feto no fuera viable fuera del útero. Así lo decidió la propia Corte Suprema hace 50 años, cuando la mayoría republicana del tribunal por medio de la décimo cuarta Enmienda de la Carta Magna amparó el derecho de las mujeres a interrumpir su embarazo. Es el caso de la sentencia Roe vs. Wade.
Sin embargo, en los últimos años, la regulación ya había sido desafiada por varios Estados. Uno de ellos fue Misisipi. En 2020 se aprobó allí una ley que prohibía abortar más allá de la semana 15. La regulación fue impugnada hasta llegar a la Corte Suprema, la cual, en una votación de seis a favor y tres en contra, dio la razón al Estado de Misisipi. Al mismo tiempo derogó la histórica sentencia Roe vs. Wade, por cinco votos contra cuatro al considerar que el aborto no está protegido por la Constitución estadunidense. Aunque la decisión de la Corte Suprema no convierte el aborto en legal o ilegal, sí coloca en vilo los derechos de las mujeres, puesto que devuelve a las autoridades de los Estados la decisión de prohibirlo o permitirlo. Se estima que la mitad de los territorios estadounidenses lo prohibirán. Según la organización Médica Planned Parenthood, 36 millones de mujeres en edad reproductiva se verán privadas de este derecho.
Durante 2022 se presentaron movilizaciones con la consigna “My body, my choice” (Mi cuerpo, mi derecho) en más de 500 ciudades del país. Asimismo, se protestó en contra de la derogación de la sentencia Roe vs. Wade, con concentraciones multitudinarias en Washington D.C. La activista Carolyn Keller, manifestó: «Vinieron tras las mujeres. Vendrán tras la comunidad LGBT y la anticoncepción». La contradicción entre quienes están a favor y en contra del aborto se agudizó este año, especialmente por la visibilidad alcanzada en la Marcha Nacional por la Vida, que se compone de sectores mayoritariamente republicanos. No obstante, los sondeos de opinión a nivel nacional siguen mostrando que son más los estadounidenses que están a favor del derecho al aborto, sobre todo en los grupos poblacionales en edad reproductiva.
Por otro lado, el debate ideológico no ha cesado y, sin duda, marcará la ruta para las próximas elecciones parlamentarias, tal y como sucedió con la elección de los jueces de la alta corte. Por lo que, tres de estos que votaron en contra de mantener la legalidad del aborto, fueron postulados por Donald Trump afirmando que «Dios tomó la decisión». Aunque Joe Biden, sucesor de Trump, ha expresado la intención de que se recupere el derecho al aborto, aún requiere de aumentar sus apoyos en el Congreso para darle trámite exitoso a esta propuesta.
De nuevo los derechos de las mujeres están cuestionados por las posiciones conservadoras. Este panorama no debe ser ignorado en el contexto colombiano y mundial, en momentos en los cuales los retrocesos en los derechos adquiridos toman una nueva fuerza. Es la oportunidad de que Colombia entienda que es necesario defender los derechos adquiridos.
—Recomendamos |En Colombia hay 180 mil desempleados más que en 2019—