La energía solar y eólica fueron las fuentes energéticas, que hacen parte de la transición energética, más consumidas en Europa durante del 2022, por encima del gas natural y según calcula la Comisión Europea, las energías renovables del sector eléctrico llegarán a ser del 69% en 2030, casi el doble del año 2021 que eran del 37%.
Para que Europa pueda llegar a cumplir con las expectativas energéticas, necesita una fuerte expansión de los parques solares y eólicos, pero enfrenta un gran problema pues necesita grandes terrenos para poder desarrollar estos proyectos.
El portal Oilprice advierte que en Europa el uso de tierras para la expansión de las energías limpias está causando rechazo, protestas sociales y problemas legales, en especial en zonas rurales, por lo que los líderes europeos están buscando instalar sus proyectos de energías limpias en África.
Las intenciones europeas de usar zonas africanas para el desarrollo de sus proyectos energéticos comienzan a levantar voces de rechazo, las cuales califican la situación de “colonialismo verde” porque explota los recursos africanos en beneficio de los europeos.
Analistas alertan que los impactos negativos y las alteraciones a la fauna, flora y las poblaciones humanas africanas, resultado de la construcción de parques eólicos y solares, serían incalculables. También indican que estos proyectos se estarían realizando sin consultar a las comunidades y sin ningún tipo de evaluaciones ecológicas sobre el impacto de estos.
Para OilPrice el empujar los controvertidos proyectos de energía verde fuera de Europa hacia los territorios de países con sistemas reguladores más débiles, como los africanos, es una opción fácil, pero desde luego no es una opción moral.
—Recomendamos |En el 2023 vuelve a quedar en evidencia la debilidad del sistema económico mundial—