Al estar la fuerza laboral femenina concentrada en las ciudades, el impacto de la pandemia recayó con mayor fuerza sobre ellas.
La pandemia de la Covid-19 apareció en un mundo con enormes desigualdades y no hizo más que reforzarlas. Las economías emergentes (especialmente América Latina) vieron disminuida su riqueza mientras Estados Unidos y Europa campeaban la crisis apoyados principalmente en el mercado bursátil. En ese contexto, fueron 9 países de América Latina y el Caribe los más afectados por la pérdida de empleo; Colombia perdió 2.5 millones.
Las desigualdades entre grupos poblacionales se evidencian en que los más afectados fueron las mujeres, las minorías étnicas, los jóvenes y las personas dependientes. En el caso de Colombia las diferencias entre hombres y mujeres son preocupantes. Un primer factor fue el impacto diferenciado entre el espacio rural y el urbano.
Las zonas rurales no sufrieron graves afectaciones para el desarrollo de las principales actividades económicas que allí se desarrollan, correspondientes a las del sector primario: actividades agropecuarias, de pesca y silvicultura y de explotación de minas y canteras. Dado que esas son actividades con un altísimo porcentaje de participación masculina, eso ya fue un factor diferenciador entre hombres y mujeres, pues ya hubo una población masculina importante que no vio afectadas sus actividades por la pandemia.
Analisis-con-enfoque-de-genero-del-impacto-del-COVID-19-en-la-ocupacion-por-actividad-economica