LAS 2 ORILLAS / noviembre 02, 2015
Por: Mario Alejandro Valencia / @mariovalencia01
La situación mundial del níquel, de la casa matriz y las finanzas de la empresa, parecen indicar que lo que busca es incumplir las promesas
Hace algunos meses Cerro Matoso S.A., subsidiaria de la transnacional minera South 32, antes llamada BHP Billiton, anunció que se encontraba en una situación crítica que la obligaba a recortar derechos adquiridos por sus trabajadores con la lucha sindical.
El 28 de diciembre de 2012, como si se tratara de una inocentada, el gobierno de Juan Manuel Santos decidió extender el contrato hasta el año 2029 y anunció que gracias a la experticia de la compañía el país obtendría mayores beneficios económicos y sociales.
Aunque es una realidad que la situación económica mundial sigue siendo delicada, la producción de níquel aumentó 8 % en 2014 y China pasó de ser el 5 % del consumo mundial en el año 2000 al 44 % en el 2014. La economía china se ha desacelerado pero todavía sigue creciendo a un ritmo que prácticamente duplica el de los países desarrollados. En este escenario, South 32 mantiene una perspectiva favorable en el conjunto de sus negocios de metales, tanto que para el año fiscal finalizado el 30 de junio de 2015 su Ebitda pasó de US$ 642 a US$ 1.000 millones, e indicaron a sus accionistas que tienen un “balance fuerte” y un “futuro brillante”. En cuanto a Cerro Matoso, la producción para 2016 y 2017 se mantendrá por encima de 36.000 toneladas, con costos de producción más bajos que otras operaciones mundiales.
Lo que debe llamar la atención del Gobierno Nacional, el Congreso y la opinión nacional, es que según un estudio de Cedetrabajo observando sus resultados financieros no hay pruebas de la crisis de la empresa. Por el contrario, hay evidencias, que deberían estudiarse a fondo, que la empresa podría estar realizando operaciones para sacar dinero de manera deliberada y simular una quiebra contable. Además estaría ajustando al alza los precios de los activos, revalorizando el patrimonio, que en una hipotética liquidación terminaría beneficiando a los dueños de la empresa y afectando a la nación.
De cualquier forma Sintracerromatoso no debe renunciar a sus derechos laborales, ganados a pulso a la empresa. Es necesario que el Gobierno pida cuentas a Cerro Matoso y a South 32 sobre su capacidad para seguir operando la mina y la producción, o de lo contrario exigir la reversión de la concesión. La Red por la Justicia Tributaria se comprometió con el sindicato en asumir esta nueva causa por la defensa de un patrimonio estratégico de la nación, creando una gran alianza regional y nacional.