Un estudio revelado por la Universidad Externado mostró que en Cúcuta, Quibdó y Sincelejo está el trabajo con menores garantías. En contraste, Bogotá, Tunja y Medellín ofrecen mejores condiciones.
Según el Gobierno, entre 2010 y 2013 se crearon 2,6 millones de empleos. / 123rf
Aunque el Gobierno sostiene que en lo corrido de la administración del presidente Juan Manuel Santos se han creado 2,6 millones de empleos (de los cuales 1,3 millones son de carácter formal) y que el trabajo asalariado viene creciendo más que el independiente, un estudio revelado por el Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad Social de la Universidad Externado de Colombia mostró que entre 2010 y 2013 “el indicador nacional de calidad del empleo sólo subió un punto básico: de 33,5 a 34,5 (en una escala de 0 a 100)”.
Según el documento, elaborado por los investigadores Stefano Farné, David Rodríguez y Claudia Carvajal, durante el período objeto de estudio “se registraron mejoras en materia de cobertura de la seguridad social y de contratación laboral directa formal”. Sin embargo, “los ingresos de los trabajadores no lucieron progresos significativos. Es más, en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Cúcuta el subíndice de ingresos laborales disminuyó. El deterioro fue mayor en Bogotá y especialmente en Cúcuta”.
En cuanto a la calidad del empleo, medida en 23 ciudades, el estudio asegura que Bogotá (con un puntaje de 47,5 entre 100) es la urbe “que presenta mejores condiciones para trabajar. La acompañan de cerca Tunja, Medellín y Manizales. En el quinto lugar se ubica Pereira, seguida de Bucaramanga y Popayán”. Sin embargo, explican los investigadores, grandes centros como Cali, Cartagena y Barranquilla ocupan los puestos 8, 13 y 17, respectivamente.
Entretanto, Cúcuta, Quibdó, Sincelejo y Valledupar muestran la más baja calidad de empleo del país. “Por otro lado, Cartagena, Ibagué y Armenia prácticamente no registraron modificaciones de sus indicadores generales de calidad, mientras que cuatro ciudades experimentaron una baja en la calidad del empleo de sus residentes entre 2010 y 2013: Medellín, Cúcuta, Bogotá y Barranquilla”.
En contraste, en lo corrido del gobierno Santos —dice el informe—, Tunja, Pereira, Popayán, Santa Marta, Montería, Pasto, Sincelejo y Quibdó mostraron mejoras laborales.
Otra de las conclusiones a las que llegaron los investigadores es que Popayán “es la ciudad donde los asalariados viven mejor y gozan de las mejores condiciones de trabajo”. Le siguen Armenia, Bogotá, Tunja y Medellín. Entretanto, Armenia resalta por un elevado índice de contratación formal; Tunja, porque los asalariados ganan más sin trabajar grandes jornadas, y Medellín, por el porcentaje de afiliados a seguridad social. Sin embargo, dice el documento, “Montería, Cúcuta, Pasto y Quibdó no ofrecen buenas condiciones para el trabajo asalariado”.
A pesar de que, dice la investigación, el empleo ha recuperado su crecimiento en lo corrido del año, “esta tendencial disminución del desempleo se fundamenta en parte en retiros del mercado de trabajo y no es el resultado exclusivo de una decidida expansión de las oportunidades de trabajo”.
Añade el documento que otro factor que ha influido en los resultados (como una tasa de desocupación de 7,8% para octubre de 2013) es el comportamiento a la baja en la generación de empleo informal. “El empleo formal, por su lado, siguió creciendo, pero a tasas no superiores a las exhibidas en los años inmediatamente anteriores. Una consecuencia de lo anterior ha sido una diminución de la incidencia de la informalidad laboral”. Agrega que “los incentivos ofrecidos por la reforma tributaria son insuficientes para inducir aumentos del empleo asalariado formal”.
Rafael Pardo Rueda, ministro de Trabajo, dijo a El Espectador que en 2013 se ha hecho evidente una reducción mes a mes del desempleo frente a 2012 y 2011. “Esperamos que esa tendencia siga; la economía va con un ritmo de crecimiento dentro de lo previsto. Nuestro esfuerzo es buscar que los empleos sean formales, los existentes y los generados. Estamos en políticas de incentivar la formalización laboral en sectores y subsectores”.
En cuanto a informalidad, Pardo expresó que durante los últimos tres años ésta se ha reducido cerca de cuatro puntos y que el empleo asalariado, en los últimos 10 meses, viene aumentando más que el independiente. “Además, se ha reducido la participación del trabajador familiar sin remuneración, lo cual es una forma del sector rural para ocupar”.
Según el ministro Pardo, las metas de formalización del actual gobierno van por sectores como los agricultores y los taxistas (son cerca de un millón). “Está el tema de formalización en el sector salud. Dependemos de la reforma a la salud para expedir unas facultades que vamos a aplicar concertadamente con organizaciones de trabajadores sindicales para formalización del empleo en el sector. Esta es el área con mayor irregularidad en el Estado”.
En cuanto a las críticas que se desprenden de la generación de empleo a partir de la reforma tributaria, Pardo contestó: “Estoy seguro de que la política de reducción de parafiscales —que rebaja los costos laborales a las empresas— ya tiene un efecto desde mayo de 2013 de reducción de 5% en el costo laboral. El año entrante será 8,5% más”.
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@hector_sandoval
El Espectador.