Los paperos colombianos están fuertemente amenazados. En Colombia hay cerca de 20.000 productores de papa, 112.000 hectáreas sembradas, se producen 2,7 millones de toneladas al año en su mayoría en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Nariño y Antioquia, y es el segundo alimento más consumido por las familias colombianas.
Según cifras de Fedepapa, el país está exportando entre 2.500 a 3.000 toneladas de papa pero la cifra es muy inferior en comparación con las importaciones que llegaron en el 2022 a 110.000 toneladas. Los datos son alarmantes teniendo en cuenta que en el 2010 Colombia importaba 10.000 toneladas.
Estas importaciones se registran en gran medida por las prácticas de dumping de países como Bélgica, Países Bajos y Alemania y para la que el Gobierno Nacional no ha tomado medidas que realmente lo combatan. Se suman las políticas erradas como la apertura económica y los nefastos TLC.
Las importaciones son un golpe a los paperos colombianos, quienes además tienen que enfrentarse a los altos costos de producción. Los insumos representan más del 50 % de los costos de producción y han sido afectados en gran medida por el aumento en el precio de los fertilizantes como resultado de la guerra de la OTAN con Rusia en suelo ucraniano.
Fedepapa indica que hoy producir una hectárea de papa le cuesta a un papero colombiano cerca de 40 millones de pesos y hace cerca de 2 años estos costos estaban por los 22 millones.Todo lo anterior da como resultado una afectación en los ingresos de los paperos limitando la economía de cientos de familia a las que se les restringen los recursos para atender sus obligaciones bancarias, de este modo las deudas son impagables y se les hace casi imposible el seguir cultivando este producto, al tiempo que el país se tiene que someter a mayores importaciones de este alimento y se sigue perdiendo autonomía alimentaria.