Por: Equipo CEDETRABAJO, Capítulo Valle del Cauca
Hace poco más de un año, el presidente Santos prometió durante su campaña reeleccionista que la innovación, la ciencia y el emprendimiento serían uno de los ejes más importantes de su gobierno, y en concordancia, los recursos a ese sector se incrementarían. No obstante, el 29 de julio del presente año el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, presentó el proyecto de ley titulado “Responsabilidad fiscal y social en un nuevo entorno económico”, en el cual se advierte que al sector de Ciencia y Tecnología le corresponderá el “0,2% del total del presupuesto para 2016, equivalente a $270.000 millones, es decir 20% menos que en 2015, cuando la inversión fue de $337.000 millones”[i]. Anuncio que confirma aún más la demagogia del gobierno y su nulo interés por la ciencia.
Las voces de los científicos no se hicieron esperar y a través de un comunicado, La Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia advirtió que la reducción de $67.000 millones sería un atentado contra el desarrollo del país. A su vez, anunciaron que inicialmente convocarán a una asamblea de investigadores, docentes universitarios y gestores de la ciencia para discutir la situación.
Y es que no es para menos, como lo manifestó el ex-rector de la Universidad Nacional Moisés Wasserman, “a Colciencias le pusieron un respirador, lo sedaron y están esperando a que se muera”[ii], y ese fin lo vienen consiguiendo con el atentado presupuestal y sistemático que hacen año tras año.
Por otra parte, vale la pena recordar que la Misión de Sabios presentó importantes recomendaciones al gobierno de César Gaviria para impulsar el desarrollo educativo y científico del país hace 21 años, y sin embargo, hoy podemos decir que los objetivos propuestos siguen sin cumplirse. De hecho, el científico Eduardo Posada[iii] retoma ese informe para recordarnos que estamos lejos de alcanzar al menos las metas a mediano plazo que eran a 10 años, pues no hay condiciones siquiera de alcanzar una inversión en ciencia y tecnología del 1% del PIB como se recomendaba. Incluso estamos muy por debajo del promedio de América Latina y de los países de OCDE que invierten el 1,5 y 2,4% respectivamente. Además, como si la vergüenza fuera poca, “invierten más en ciencia países africanos como Senegal, Malí y Etiopía que Colombia, que invierte lo mismo que Burundi y Namibia”[iv].
En este punto, es importante profundizar en que la reducción al presupuesto de Colciencias no es un asunto nuevo ni de menor cuantía, pues el año pasado también se amenazó con la reducción de $125.000 millones del presupuesto de 2015, pero no logró llevarse a cabo gracias a la denuncia de la directora Paula Arias[v]. Es decir que aunque en la última década se habían venido incrementando los recursos para la institución, se está ingresando en el proceso de reducirlos considerablemente, lo que llevaría a advertir que en los próximos 5 años se podrían disminuir más de lo que se había logrado aumentar (teniendo en cuenta que la tasa de crecimiento entre el año 2007-2011 fue del 0.1%, al pasar de 0,17 a 0,19%).
No cabe duda entonces que la política del gobierno de Juan Manuel Santos no tiene como prioridad el desarrollo y avance del país, mucho menos el hacer de Colombia la más educada y científica. De modo que la comunidad científica, los docentes, estudiantes y sociedad en general, no deben escatimar esfuerzos en organizarse y movilizarse de manera civilista contra la política de desfinanciación de la ciencia, que significa a largo plazo una condena a mayor pobreza y subdesarrollo.
[ii]Ibíd.
[iii]http://www.eltiempo.com/
[iv] http://www.elcolombiano.com/