Portafolio. En el país hacen presencia 91 empresas extranjeras del sector energético.
Ni los países árabes, ni aquellos que poseen las más grandes reservas de hidrocarburos a nivel mundial logran superar a Colombia en el escalafón del mayor número de compañías extranjeras con intereses en el sector energético.
En efecto, con la presencia de un total de 91 empresas foráneas, el país lidera de lejos el récord en número de firmas que se han vinculado a él, no obstante poseer unas bajas reservas.
Así lo revela una reciente investigación adelantada por la Agencia de Información de Energía de los Estados Unidos, donde se resalta también el hecho de la presencia casi abrumadora de recursos financieros de China en el campo energético latinoamericano.
Con reservas probadas del orden de los 173.000 millones de barriles de crudo, Canadá aloja en el sector un total de 60 compañías extranjeras, ocupando el segundo lugar después de Colombia, que apenas cuenta con aproximadamente 2.300 millones de barriles.
En la lista siguen Estados Unidos y Brasil, cada uno con 46 compañías, con reservas de 30.000 y 14.000 millones de barriles, respectivamente. Más atrás aparecen Argentina, Perú y Venezuela, con el registro respectivo de 41,40 y 37 empresas.
En el caso colombiano, un total de 62 compañías tienen origen estadounidense, 16 más son europeas, 8 son del sudeste asiático y Oceanía, 4 proceden de China y 1, de África.
La agencia estatal calcula que los recursos financieros canalizados hacia el sector por China en América Latina ascendieron el año pasado a 110.000 millones de dólares, de los cuales 59.000 millones de dólares fueron garantizados, en su mayoría, con contratos de suministro de petróleo y gas por los próximos 20 años.
Mediante dichos compromisos, Venezuela, Brasil y Ecuador le suministrarán alrededor de 1 millón de barriles de crudo por día al gigante asiático.
EL NEGOCIO ES CEDER ÁREAS A INVERSIONISTAS
Frente a la abundante presencia de compañías en Colombia, algunos analistas observan que solo unas pocas están realmente dedicadas a las actividades de exploración y producción, pues en su mayoría solo se registran para obtener aéreas con algún potencial petrolero que, luego de permanecer congeladas por largo tiempo, se ceden a verdaderos inversionistas dispuestos a aportar capital de riesgo para probar la geología y perforar pozos. Por ejemplo, de cerca de 300 contratos suscritos y registrados por la Agencia Nacional de Hidrocarburos, solo 15 se encontraban el año pasado en evaluación técnica.
Germán Duque
Miami