Unimedios, Universidad Nacional, Semana.com, diciembre 8 de 2009.
La cumbre Copenhague 2009 le interesa y compete a Colombia, pero no es fundamental para la realidad ambiental nacional. Según el experto en economía ecológica Jairo Sánchez, en el país se ha sobrevaluado el tema del cambio climático, frente a temas locales más importantes.
“Es claro que cualquier ciudadano responsable, cualquier Estado sensato debe tener una posición clara frente a lo que significa el cambio climático. Colombia, por supuesto, debe exigirles a los países desarrollados que compensen a los países pobres por los daños al ambiente”, asegura el docente de la Facultad de Economía e investigador del Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional de Colombia (IDEA).
Pero en su opinión, no ve que el país tenga una posición firme y fuerte al respecto, como sí la tienen en este momento la mayoría de naciones africanas, que están exigiendo fuertes compensaciones a los países ricos.
En ese sentido, Colombia, como la mayoría de los países de la región, no juega un papel relevante en el foro mundial que se lleva a cabo en la capital danesa.
Sánchez sostiene que el país, en el ámbito interno, tiene asuntos más relevantes por los cuales preocuparse en el tema ambiental. Deficientes planes de ordenamiento territorial rural, la expansión de la frontera ganadera, el poco cuidado de las cuencas hidrográficas, entre otros, son los principales problemas que afronta el país.
“Colombia no es un país emisor de carbono importante, incluso buena parte de nuestras emisiones tienen que ver con transporte y no tanto con industria. Por eso no tenemos compromisos con el Protocolo de Kyoto y no los tendremos con el que pueda surgir en Copenhague. Mal que bien, en el país algo se hace para controlar las emisiones, aunque tenemos un Gobierno poco sensible en ese aspecto”, dice el profesor Jairo Sánchez. Agrega que, aún menos sensible, es en temas ambientales que de verdad preocupan a nivel interno. “Nuestra política ambiental es muy débil y aunque nuestro territorio es muy rico, también es muy frágil. Tenemos una historia muy buena de crecimiento de parques naturales, pero el problema es que no los estamos protegiendo como se debe, el presupuesto para ello es muy precario”.
El experto sostiene que la Cumbre de Copenhague 2009, en términos del contexto internacional, se califica como la reunión más importante de la humanidad, debido a que los retos que se enfrentan allí son gigantescos.
“Lo que se espera es comprometer a Estados Unidos para que disminuya la emisión de gases invernadero; así mismo, a los países emergentes como China, India y Brasil. Lo que se quisiera es que los países del hemisferio norte les paguen a los países pobres por los daños actuales y futuros por su actividad industrial. Se espera, además, que esos mismos países ricos indemnicen a las demás naciones por el siglo y medio que llevan dañando el ambiente mundial”.
Sánchez manifiesta que, sin lugar a dudas, se necesita una respuesta positiva en Copenhague, de lo contrario, el futuro del planeta será incierto. “Los científicos no están en la capacidad de decir el día exacto en que el planeta colapsará, pero sí tienen todos los argumentos suficientes para asegurar que vendrán grandes desastres”.