En Colombia, al menos 8,3 millones de personas eran pobres, de una población de 49.564.411, a 2017. Es decir, que de cada 100 habitantes, 17 están clasificados en esta categoría, de acuerdo con el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), (ver Glosario).
Desde la otra orilla, este indicador reconoce que “Cerca de 5,4 millones de personas salieron de la pobreza multidimensional entre 2010 y 2017”, según recalcó el presidente Juan Manuel Santos.
“Este resultado histórico, indica que hay un mayor acceso a bienes que se identifican como fundamentales en aspectos como salud, educación y formalidad laboral, entre otros”, explicó Lúbar Chaparro, docente de economía de la Escuela Superior de la Administración Pública (Esap).
El Dane también reveló que el año pasado, 255 mil personas salieron de esta situación de vulnerabilidad. “Una buena noticia sobre todo si se tiene en cuenta que el año pasado fue de desaceleración económica”, aseguró Alfredo Bateman, el economista y director de organización Urbanpro.
“El solo hecho de que la pobreza no haya aumentado, sino disminuido (0,8 puntos porcentuales) es un gran avance”, afirmó Bateman.
La cifra de pobreza multidimensional es mayor si la evaluación se hace en cabeceras municipales (11,2 %) y la ruralidad (36,6 %). No obstante, al mirar el panorama desde 2010 se muestra una tendencia decreciente en este fenómeno.
De hecho en 2016, el IPM en cabeceras municipales fue de 12,1 % y en centros poblados y ubicaciones rural disperso se estableció en 37,6 %. Uno de los aspectos relevantes en el tema denominado “dividendo de paz”, concluyó Bateman.
Pobreza monetaria
La distinción entre la pobreza multidimensional y la monetaria, se da por la complejidad del indicador. La primera contempla aspectos como la salud, educación y el trabajo, mientras la monetaria se da con base a los ingresos que obtiene una persona o un hogar y no sobre las características que lo rodean (ver Paréntesis).
Desde esta perspectiva, en Colombia al menos 26 personas de cada 100 vivieron eran pobres en 2017, lo que indica que mensualmente tuvieron ingresos menores de 250.620, pesos, dinero que se considera es el costo mínimo de una canasta básica de bienes (alimentarios y no alimentarios).
La crítica que hace Cedetrabajo se da en el establecimiento de esta línea que “no alcanza para cubrir los gastos familiares, ya que en términos reales solo cubre 18,5% de la canasta básica familiar”, aseguró su director Mario Alejandro Valencia, lo que pone un presente sobre aspectos metodológicos del Dane.
Por otro lado, siete de cada 100 personas están en la mayor condición de pobreza extrema, es decir un ingreso inferior a 116.330 pesos por persona.
Distribución del ingreso
El quid del asunto está en cómo convertir el crecimiento de los países en una mayor distribución del ingreso. El coeficiente de Gini, busca ver qué tan desiguales son. Desde 2009, el indicador varió de 0,557 a 0,508, y en un año la baja se dio desde 0,517.
Para Chaparro, esto se debe hacer “con una mayor eficiencia del gasto público social, que esté focalizado y condicionado a los avances, por ejemplo, producto de subsidios”.
Un aspecto importante a destacar es cómo en diferentes ciudades no se comporta igual el Gini. En Medellín fue descendente al pasar de 0,478, en 2016, a 0,464, en 2017. Otras siete ciudades presentaron disminuciones, entre 13, mientras en Montería y Villavicencio permaneció igual y en Barranquilla, Bucaramanga y Pasto las sociedades son más desiguales que en 2016 .
Tomado de: El Colombiano