La crisis del Sistema de Salud de Santander se agudizará en los 4 años siguientes como consecuencia del Plan Departamental de Desarrollo. Es una lástima que la nueva Administración haya tomado el camino cómodo del continuismo para evadir la responsabilidad de presentar soluciones propias, claras y efectivas, orientadas a mejorar el Sistema de Salud.
La propuesta del Plan “Santander Nos Une” se basa en las directrices consignadas en el Plan Nacional Decenal de Salud Pública y en el nuevo Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS), que fortalecen la participación de las EPS asignándoles la responsabilidad de coordinar la prestación de los servicios, incluida la Atención Primaria en Salud, a sabiendas que éstas se han convertido en símbolo de corrupción y negligencia.
El plan no tiene ni una sola estrategia para garantizar la financiación del Hospital Universitario de Santander o el San Juan de Dios de Floridablanca, ambos al borde de la quiebra. El Gobernador desaprovecha la oportunidad para ejercer autoridad sobre las EPS exigiéndoles el pago de las multimillonarias deudas atrasadas con Clínicas y Hospitales. Mientras subsistan esas deudas, el Servicio de Salud no podrá mejorar. Decir lo contrario es demagogia.
Los Hospitales públicos presentan un hacinamiento como el de las cárceles, las camas no alcanzan, las citas son más demoradas, médicos y enfermeras hacen turnos extenuantes en pésimas condiciones, faltan instrumentos y medicamentos. Sin embargo, la intención del Plan va dirigida a cerrar hospitales para concentrar el servicio de dos o tres en uno, agravando el problema.
La crisis de la salud pública equivale a un paciente en estado terminal. El Plan de la Gobernación no es la fórmula sanadora, la que cura la vienen construyendo los que sienten el problema, médicos, enfermeras y demás trabajadores del sector agrupados en La Mesa Departamental por el Derecho a la Salud, quienes a su vez requieren la comprensión y el apoyo de los otros gremios y de la amplia mayoría de ciudadanos indignados que reclaman servicios de salud acordes con la dignidad humana.