El periodista Alberto Bernal escribió en el diario de La República del día 26 de agosto un artículo titulado “Gasolina barata: política antisocial”, con el objetivo de atacar el proyecto de ley para abaratar el precio de los combustibles.
Los privatizadores de empresas estatales nos colocan un dilema similar: ISAGEN o vías. Ya hemos respondido como este dilema es falaz, e igualmente lo es el de gasolina barata o política social. Pero curioso, estos mismos señores dirán impuestos altos a las utilidades de las empresas o inversión extranjera. Son los mismos que dirán presupuesto militar bajo o seguridad.
En la literatura posmodernista hay toda una discusión sobre la falacia de las dicotomías: bien o mal, abajo o arriba, cerrado o abierto, etc Los filósofos de esta corriente han mostrado como lo que es arriba puede ser abajo, lo que es bien puede ser malo y así sucesivamente. Lo mismo podemos aplicar a estas dicotomías que se nos presentan en economía.
Con respecto al tema de los precios de los combustibles, expliquemos lo siguiente. El 90% de ECOPETROL es estatal y el 10% restante privado. Como toda empresa, paga un impuesto sobre las utilidades, es decir, no todas las utilidades llegan al gobierno como dice el articulista de la República. Claro, los impuestos sobre las utilidades son importantes para el gobierno, pero la propuesta de bajar los precios de los combustibles parte de que los niveles de impuestos diferentes al de las utilidades no cambien. Por supuesto, al bajar el ingreso al productor (ECOPETROL) disminuyen las utilidades de la empresa estatal y los impuestos al gobierno.
Anotemos lo siguiente: ¿Por qué, una minoría de accionistas, de altos ingresos, se tiene que beneficiar de altas utilidades por ingresos extraordinarios de Ecopetrol?
Lo que no entiende el articulista es que al bajar los precios de todos los energéticos en Colombia, aumenta la competitividad colombiana, crecen los ingresos de todos los actores, y en consecuencia esto dinamiza la economía y, por lo tanto, aumentan los impuestos para el gobierno.
Fuera de altos precios de los combustibles, existen medidas para desincentivar el uso del carro privado, como son la de altos impuestos a los vehículos, incremento de aranceles, un buen sistema público de transporte masivo, buena infraestructura vial urbana e interurbana y prohibición de importar o fabricar vehículos que no cumplan un mínimo de eficiencia energética.
Hay, igualmente, otras formas eficientes y equitativas para aumentar los ingresos para el gobierno. Veamos algunas. 1) Presentar de nuevo una verdadera reforma tributaria, no la que se aprobó que es una vergüenza, una reforma que grave realmente a los que deben pagar, que elimine subsidios a la minería, la hotelería y al sector financiero. 2) Modificar las tasas de regalías del sector minero-energético y de normas como la absurda decisión de la Dian de permitir que las regalías se deduzcan de las utilidades así como del no pago de impuestos por la remisión de utilidades al exterior 3) Atacar la evasión fiscal. 4) Llevar a cabo una política verdadera contra el contrabando. 5) Luchar contra la corrupción.6) Llegar a la paz, que ahorraría más de 10 billones de pesos anuales en el presupuesto militar. 7) Atacar los paraísos fiscales.
Hay que cambiar el concepto de que si no se permite a Ecopetrol recibir ingresos como si importara la gasolina y el ACPM, entonces si la diferencia entre los precios internacionales y lo que capta Ecopetrol es mayor, el gobierno debe entregar esa suma a la empresa estatal. Esta es una idea que se inventaron para justificar la actual política de precios altos de los combustibles. ¿Por qué no se aplica esta política en los países exportadores de petróleo? Será, que sus dirigentes y tecnocracia son muy tontos, y nosotros muy inteligentes? Será que ellos no saben de economía y nosotros, sí?
En cualquier escenario, la reducción de los precios de los combustibles no debe tocar los impuestos para el gobierno nacional y los municipios, sino en disminuir el ingreso para ECOPETROL, porque hay analistas y gente en el mismo gobierno (por ejemplo, el Ministro Cárdenas) que piensan más bien en bajar los impuestos y dejar intocable los ingresos de la empresa estatal.
Ahora resulta que Ecopetrol necesita recursos para desarrollar un plan de inversiones (el mismo argumento dan las compañías de energía en Inglaterra ahora que el líder del Partido Laborista pide congelar por 20 meses los precios de la electricidad y el gas). Cuantos años han pasado y no ha podido modernizar las refinerías de Barrancabermeja y Cartagena para producir combustibles de calidad, acabar las importaciones de ACPM y evitar las de gasolina. En esto la empresa ha sido ineficiente y no se ve por qué se premia al presidente de la entidad como un empresario modelo. ¿Por qué si se necesitan recursos para explorar se invierte en el exterior?
Dan risa las afirmaciones de que hay que aumentar el presupuesto social cuando en los últimos veinte años lo que ha habido es un incremento acelerado del presupuesto militar por la ineptitud de una clase dirigente que no podido acabar con un conflicto que viene desde 1948. Y de un gobierno que tenía planeado reducir el presupuesto para la agricultura en 2014 en cerca de 48,0%, que solamente por las protestas se ha visto obligado a cambiar esta terrible decisión.
La decisión es la de si debe primar el interés de ECOPETROL o el de Colombia. Para nosotros priman los intereses de los hogares y del sector productivo. Esta es la decisión correcta. El gobierno plantea que si se disminuye el ingreso al productor, factor donde está la explicación de los precios altos en Colombia, no en los impuests, que son relativamente bajos comparados con los de otros países, Ecopetrol se perjudica porque no tendría plata para explorar. Esto no es cierto, si fuera así, ¿por qué en los treinta y más países exportadores de petróleo hay recursos suficientes para inversión?
La solución para tener precios bajos de los combustibles en Colombia es sencilla, bajar el ingreso al productor, es decir, olvidarse del concepto de costo de oportunidad. Fácilmente se puede abaratar la gasolina y el diésel entre 1000 y 2000 pesos por galón.