María Paula Suarez Serrano
El alcalde mayor de Bogotá Enrique Peñalosa, presentó por intermedio de la Secretaria Distrital de Planeación el borrador de Decreto para adoptar el plan “Lagos de Torca”. Un megaproyecto de construcción de vivienda, centros comerciales y grandes vías que abarca un área sustancial de los terrenos ubicados en el borde norte de la ciudad. Si bien se muestra en la página de la Secretaría Distrital de Planeación, SDP, el voluminoso documento y una presentación gráfica del mismo, el enorme proyecto genera serias inquietudes acerca del futuro ecológico, la sostenibilidad ambiental y social de la ciudad, que depende en gran medida de la vitalidad de esta esencial zona de la sabana de Bogotá.
Según la presentación de la SDP, el proyecto planea erigir más de 150.000 viviendas y oficinas de todo tipo, es decir, construcciones suntuarias y de interés social, 450 hectáreas de comercio y espacio público, además, y esto es lo más inquietante, 300 hectáreas de vías, entre ellas la extensión de la avenida novena, la Boyacá y la vía Guaymaral, que según la misma presentación y el cuerpo del decreto estan orientadas al transporte masivo, es decir implementar más sistemas BTR (Transmilenio), obsesión enfermiza del actual alcalde.
Ante las dudas algunos concejales de varios partidos políticos, han formulado cuestionamientos a la administración distrital, solicitando intervención de la Personería Distrital para garantizar una mesa de concertación ambiental con todos los actores sociales que se verán afectados por el desarrollo del proyecto, cosa que hasta ahora no ha ocurrido. Entre las dudas más importantes se cuenta la manera en que esta nueva iniciativa urbanizadora de Peñalosa ignora la existencia de la Reserva Thomas van der Hammen como determinante ambiental y las afectaciones sobre el humedal Torca-Guaymaral. No obstante, el gobierno Peñalosa anunció la aprobación del decreto en la tercera semana de febrero.
Se hace más que necesario estar atento al desarrollo de las intenciones descritas por la Alcaldía Mayor y Planeación Distrital. Es conocido por la ciudadanía el desaforado afán del burgomaestre capitalino por satisfacer los apetitos de los grandes consorcios de construcción dueños de terrenos en el borde norte, muchos de ellos financiadores de su campaña en el 2015. No se puede olvidar tampoco que Cambio Radical partido político que avaló su candidatura, es también la agrupación política del Vicepresidente Vargas Lleras, quien ha impulsado su aspiración presidencial con el apalancamiento de la construcción de viviendas con cargo al tesoro público. Por lo pronto los argumentos técnicos y ambientales del proyecto parecen débiles y las eventuales consecuencias del desarrollo del mismo pueden ser de una severa e irreversible gravedad. Es perentorio desarrollar una veeduría juiciosa acompañada de organización y movilización social en defensa de los recursos y la biodiversidad de esta y todas las zonas de la ciudad y la sabana amenazadas por los intereses de Peñalosa y los grupos económicos que representa.
Esta es una razón más para adelantar todos los esfuerzos tendientes a la revocatoria del mandato del actual e ilegitimo alcalde, ¡hagámoslo!