Por: José Roberto Acosta / EL ESPECTADOR 22 MAYO 2015 Por la bravuconada del vicepresidente con el minhacienda y por la ofensiva mediática del Gobierno para justificar la injustificable venta de Isagén, ha quedado al descubierto la debilidad financiera del programa de la cuarta generación de concesiones viales (4G). Ana Carolina Ramírez, directora de estudios económicos […]
Por: José Roberto Acosta / EL ESPECTADOR 22 MAYO 2015
Por la bravuconada del vicepresidente con el minhacienda y por la ofensiva mediática del Gobierno para justificar la injustificable venta de Isagén, ha quedado al descubierto la debilidad financiera del programa de la cuarta generación de concesiones viales (4G).
Ana Carolina Ramírez, directora de estudios económicos de la CCI, reconoció públicamente en un seminario de ANIF que los riesgos que enfrentan las 4G están asociados a su financiación, y que estos riesgos en el mundo están en cabeza de los privados, entonces, ¿por qué insisten en que con recursos públicos se cubran los riesgos a los privados? Una relación indiscutible es que a mayor riesgo de una inversión, mayor su rentabilidad esperada, sin embargo, cínicamente se pretende en estas multimillonarias concesiones socializar los riesgos y privatizar las utilidades: la ley del embudo.
Otra extrañeza en el seminario de ANIF estuvo a cargo de su presidente, quien amenazó con cobrarle al Consejo de Estado un supuesto detrimento patrimonial por no dejar hacer las vías para que el país gane competitividad y productividad, como si todavía alguien creyera que no hay alternativas de financiación diferentes a la venta de Isagén, y confesando abiertamente que las instituciones bancarias que representa reconocen que en este rompecabezas financiero los abrumadores riesgos no compensan la dudosa rentabilidad, contradiciendo de frente el vacío sonsonete del Gobierno.
En este rompecabezas de las 4G se va aclarando que la ficha más importante es la del riesgo de no recuperar lo invertido, pues pareciera que el juicioso trabajo de la ANI en materia jurídica logra un blindaje contractual suficiente.
Aunque el sospechoso desespero de algunos los precipite a presionar al Consejo de Estado para que dé vía libre a la venta de Isagén, sin un fallo de fondo, cabe recordarles que en el sistema de libre mercado quien asume el riesgo del negocio es el que tiene derecho a recibir sus ganancias proporcionales, y si el Gobierno juega apalancado en el casino financiero de las 4G con recursos de todos los colombianos, no debe ocultarles que en esa apuesta puede perder mucho más de lo comprometido, por cuenta de garantizar la ganancia de los privados, quienes quieren todo, menos el riesgo.
http://www.elespectador.com/opinion/el-rompecabezas-de-4g