Alberto Arroyo, uno de los principales dirigentes de la Alianza Social Continental, coalición de movimientos sociales latinoamericanos opuestos al ALCA, y ponente en el Foro realizado el 13 y 14 de junio en Bogotá, es de los analistas más prestigiosos sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN. En el presente artículo Arroyo estudia los perniciosos efectos que éste ha traído a México. Dado que el TLCAN constituye antecedente obligado de los efectos potenciales del ALCA sobre el conjunto del continente americano, es imperativo que nuestros países conozcan en detalle las consecuencias sufridas por los mexicanos. Arroyo las sintetiza demostrando cómo no se ha logrado un crecimiento económico significativo, se ha degradado el medio ambiente, y no ha creado empleo. En cambio, sí han acelerado la desintegración de las cadenas productivas nacionales y desnacionalizado la planta productiva. Aunque las exportaciones y la inversión extranjera aumentaron, se encuentran concentradas en pocas empresas, fundamentalmente estadounidenses. Concluye que «No necesitamos más acuerdos de libre comercio», sino «un proyecto nacional viable y luchar por reglas o regulaciones internacionales que creen las condiciones para que cada país optimice sus posibilidades de desarrollo».

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