Por: WILLIAM ARELLANO CARTAGENA
Por estos días ha vuelto a estar sobre el tapete la crítica situación de la infraestructura educativa de Cartagena, al punto que estudiantes, profesores y padres de familia han denunciado casos puntuales de colegios en pésimo estado, recurriendo incluso a interponer acciones de tutela para exigirle al Distrito que proteja y garantice el derecho a la educación.
Un informe realizado por el Centro de Estudios de Trabajo (Cedetrabajo), Capítulo Cartagena, en convenio con el Sindicato Único de Trabajadores de Bolívar (Sudeb), y recogido por El Universal el pasado 28 de mayo, muestra que el 80% de los colegios públicos distritales están en mal estado, situación que afecta el proceso de aprendizaje, el bienestar y la permanencia de los estudiantes en el aula, al tiempo que limita la capacidad de los docentes para realizar innovación educativa.
La precariedad de las escuelas no es un tema nuevo y está asociado a que las políticas educativas del país, especialmente las de calidad, se han centrado en la necesidad de tener buenos maestros, sistemas de medición de resultados, y evaluaciones docentes, y han dejado a un lado la inversión en infraestructura.
La evidencia acumulada en los países en desarrollo implica que los recursos básicos en educación, como la infraestructura, son un factor significativo para la calidad de la educación. Así lo sugiere, por ejemplo, un informe de 2013 de la Unesco, en el que se señala que la infraestructura escolar tiene un gran impacto sobre la calidad educativa y es un componente esencial del contexto en el que se desarrollan los aprendizajes.
En Colombia, según el Ministerio de Educación, para el 2018 se tienen presupuestados $4,5 billones para construir 500 nuevos colegios y ampliar otros 1.000, a fin de que los estudiantes dispongan de espacios dignos que mejoren la calidad de sus aprendizajes.
Para que las autoridades distritales en Cartagena correspondan al reto nacional de aumentar la inversión en infraestructura, tienen que apostarle a transformar su planeación educativa y, en concreto, elaborar y aprobar el Plan de Infraestructura Educativa del Distrito de Cartagena (PIED), el cual debe incluir proyectos en el corto, mediano y largo plazo.
Con la gestión e inversión en infraestructura contenida en este Plan, se pretende mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje, cerrar brechas y garantizar el acceso de toda la población al sistema.
Para el diseño del nuevo plan, es necesario actualizar el censo de los colegios oficiales, realizar el inventario de la planta física, su estado de conservación, y el cumplimiento de estándares, contando así con información concreta y actual para tomar decisiones.
Tomado de: El Universal