Efraim Colmenares
La retórica y los tratados de libre comercio han devenido en instrumento de Estados Unidos para esquilmar las riquezas del mundo y especialmente las de los países en vías de desarrollo. Nada escapa su voracidad. No solamente el comercio internacional, la inversión y la deuda externa, la imposición de políticas “nacionales” por el FMI, el Banco Mundial y sus similares, la resolución de conflictos por tribunales ajenos a las jurisdicciones autóctonas y otros mecanismos económicos similares hacen parte del arsenal para perpetrar esta expoliación. También la naturaleza es un botín codiciado por la globalización neoliberal. Este último es el tema del presente artículo, en el cual Efraim Colmenares –especialista en Ingeniería Ambiental– explica como Washington pretende valerse del TLC para profundizar su apropiación de los recursos naturales colombianos en sus diversas y riquísimas manifestaciones: medio ambiente, bosques y parques nacionales, recursos hídricos y energéticos, biodiversidad, salud y medicamentos.
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