Francisco J. Ayala
Desde que Charles Darwin propuso la teoría de la evolución a través de la selección natural, los movimientos religiosos han tratado de desvirtuarla recurriendo al viejo argumento de que la complejidad de los seres vivos prueba la existencia de un Creador supremo. La versión más reciente de esta concepción ha recibido el nombre de Diseño Inteligente, planteamiento que carece de carácter científico pues se basa en la fe religiosa, la cual no puede ser contrastada experimentalmente ni se somete a las leyes del método científico. Por eso, proponer la enseñanza del Diseño Inteligente como una alternativa a la teoría de la evolución, constituye un atentado al desarrollo científico y educativo de una nación y reemplaza el debate objetivo por el dogmatismo religioso.
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