Leonidas Gómez, Vanguardia.com, Bucaramanga, junio 26 de 2016
Una tras otra, las grandes movilizaciones campesinashan tenido por objeto exigir al Gobierno el respeto a la producción agropecuaria y el cumplimento de los acuerdos pactados. Denuncianla competencia desleal que promueve el Estado apoyando importaciones de comida que puede producirse aquí con capital y mano de obra local.
Aunque los paros son un medio legítimo de protesta, el Movimiento por la Dignidad Agropecuaria es consciente de la molestia que causan y prefiere evitarlos incorporando a la Constitución Política Colombiana un mandato directo que obligue al Estado a proteger y fomentar la producciónagraria, la biodiversidad y los conocimientos ancestrales. Adicionalmente propone entregar los baldíos del Estado a los campesinos sin tierra y no a banqueros ricos y multinacionales.
A eso hemos llegado, a tener que obligar al Gobierno, en el marco del Estado Social de Derecho, a jugar su papel para salvar el campo, ante la crisis más grande de la historia. Ya no se siembra ni un solo grano de cebada, sorgo, soya o avena. Se está importando el 75% de productos tan emblemáticos como café y maíz. Se importa el 95% del algodón, se importa frijol, azúcar, aceite de palma, pescado, frutas, verduras, leche y todo lo que estamos en capacidad de producir. Pasamos de ser un país auto sostenible y exportador de excedentes a importar 12 millones de toneladas anuales de comida cruda y 4 de comida procesada. Como consecuencia hay 3 millones de campesinos desempleados aguantando hambre, mendigando un subsidio o en el rebusque.
El REFERENDO POR EL AGRO contiene propuestas para modificar a favor de campesinos y ganaderos los Artículos 64, 65, 66 y 100 de la Constitución y requiere 4 millones de firmas para ser válido. Recoger éste número de firmas será relativamente fácil, porque la gran mayoría de colombianos son conscientes del daño que han causado las importaciones amparadas por los TLC y están dispuestos a apoyar el resurgimiento de la producción agropecuaria como garantía para la Seguridad Alimentaria Nacional y como soporte general a la economía.