En el presente informe se analizan los datos comerciales más relevantes del comercio exterior de Colombia con México, Perú y Chile, países integrantes de la Alianza del Pacífico (AP). Se encuentra que el acuerdo comercial con dichos países se hace en el peor momento comercial de Colombia. A su vez se demuestra que el comercio exterior con estos países se ha concentrado en productos minero- energéticos, en detrimento de los principales bienes agrícolas e industriales. Los pronósticos del intercambio comercial con la AP no son alentadores y se espera que el TLC no cambie la tendencia observada.
Las exportaciones hacia los países de la AP han disminuido durante el 2013, cambiando la tendencia ascendente de las exportaciones que se obtuvo durante más de 5 años. Entre 2009 y 2013, las exportaciones a Chile pasaron a ser las más robustas, mientras las exportaciones a México se mantuvieron rezagadas con respecto a los demás países. Como se observa en el gráfico 1, las exportaciones hacia Chile y Perú son superiores en casi US$2.000 millones a las enviadas hacia México. Este hecho no corresponde con el supuesto asumido en el comercio exterior, que consiste en que los mercados de mayor tamaño, es decir con más consumidores, son los países con mayor potencial de importación. En este caso, se desmorona dicho supuesto.
Gráfico 1
Por su parte, la tasa de crecimiento de las exportaciones presenta una tendencia descendente desde el 2011, donde sobresalen las exportaciones hacia Chile y Perú, las cuales lo hacen en el terreno negativo. La desaceleración de las exportaciones hacia los países de la AP pone en evidencia que las mayores ventas de bienes y servicios no depende de la eliminación de los aranceles, sino de los mercados internacionales, los precios de los commodities y la demanda externa. De esta manera, los determinantes de las exportaciones a estos países son los mismos que a los grandes mercados liberados como EEUU y la UE.
En términos absolutos, las exportaciones totales a la AP decayeron cerca del 20% en 2013, comprobando la tendencia negativa presentada desde el 2011. Este resultado es el mas bajo en 6 años. Para el 2014 y los resultados parciales subsiguientes se espera una disminución a las exportaciones hacia Chile y Perú y un repunte tímido de las exportaciones hacia México. Los datos de enero/2014 publicados recientemente por el DANE así lo comprueban.
Gráfico 2
Recientemente el Ministro de Comercio, Industria y Turismo Santiago Rojas , presento las expectativas de crecimiento económico, comercial y de generación de empleo con la AP. Extrañamente no se analiza, ni menciona los negativos resultados de las exportaciones en 2013. Según el ministerio: “la Alianza del Pacífico representa para la economía colombiana un crecimiento adicional del 0,7%, un aumento de las exportaciones del 0,9%, cerca de 44.000 nuevos puestos de trabajo y nuevos negocios.”[1] Este objetivo no se logrará de mantenerse la tendencia actual. Es decir, la Alianza Pacifico debería generar un cambio estructural en las exportaciones para lograr los objetivos planteados. Todo indica que estos no se cumplirán.
Otro de los objetivos planteado desde un comienzo ha sido la inserción de las empresas colombianas en las cadenas de valor productivos y la diversificación de las exportaciones. Este será otra meta que requiere de una transformación profunda en las relaciones comerciales con los países de la AP, dado que como se observa en la grafica 3, las exportaciones colombianas a dichos países están concentradas en el sector minero energético.
Gráfico 3
El patrón exportador de Colombia hacia la AP no dista mucho de los principales destinos como EEUU y la Unión Europea: la concentración de las exportaciones en los bienes minero-energéticos evidencia el proceso de especialización productiva con el consecuente retroceso de la industria y la agricultura en la estructura económica del país. De esta forma, la participación de las exportaciones minero-energéticas hacia los países de la AP pasó de 24 a 37% en 5 años, mientras las agrícolas pasaron del 7 a 5% y las industriales se mantuvieron en el 6%. Con un patrón de exportación como este, no es necesario firmar un TLC, puesto que las exportaciones minero-energéticas no requieren de un acuerdo comercial como el firmado para tener condiciones favorables. Estás dependen, para ser dinámicas, de la demanda y los precios internacionales y no de la eliminación arancelarias.
Sin detenerse en el análisis sobre este hecho inocultable, el Ministro Santiago Rojas, expresó que Colombia debería perfilarse como “la despensa del mundo, gracias a la disponibilidad de tierras y a la riqueza hídrica con que cuenta”[2]. No solo han sido claras y contundentes las críticas de los sectores agrícolas a la Alianza Pacífico, comenzando por la SAC[3], sino que pareciera que cuando el Ministro se refiere a la “despensa del mundo”, no necesariamente es la agrícola, sino que principalmente es la minera.
El intercambio comercial medido por la balanza comercial también muestra que Colombia comienza perdiendo en la integración con los países de la AP. La especialización productiva y la concentración de las exportaciones no tiene la capacidad para equiparar la balanza comercial, que en 2013 fue deficitaria en más de US$3.200 millones.
Los enunciados generales emitidos desde el Gobierno Nacional no explican las causas de estos mediocres resultados, y por el contrario pretenden ocultarlos. Recientemente, el Banco Mundial publicó el Índice de desempeño Logístico, en el cual Colombia perdió 25 puestos, pasando del puesto 72 al 97 en 4 años. Todos nuestros socios comerciales nos superan. En el caso de los países de la Alianza Pacífico la comparación es patética: México esta en el puesto 50 y nos dobla en competitividad, mientras Chile se encuentra en el 42 y Perú en el 71. Ni siquiera nos sirve de consuelo ganarle a Cuba y Haití. [4]
Tampoco merece mayor análisis por parte del Ministerio la carrera por la solicitud de patentes entre los socios de la AP. Según el Informe de la Organización Mundial de propiedad Intelectual, Colombia registró tan solo 348 patentes frente las 2.206 registradas por México y las 790 de Chile[5]. El tiempo promedio de 26 meses y el costo medio de US$700, mas las dificultades estructurales del sector industrial y la mínima inversión en Ciencia y Tecnología, nos ponen en un terreno donde se esperan resultados comerciales poco alentadores.
De esta forma, las esperanzas puestas en la Alianza del Pacífico se desvanecen. No solo el tratado se firmo en una etapa de desaceleración acelerada de las exportaciones, sino también la estructura del patrón exportador presenta concentración en los bienes minero-energéticos que impide equilibrar la balanza comercial. Por su parte, la competitividad y el registro de patentes ponen en evidencia las dificultades estructurales del sector industrial y agrícola, los sectores mas golpeados en la apertura económica.
[1] Alianza del Pacífico es una oportunidad para el agro, no una amenaza: http://www.mincit.gov.co/publicaciones.php?id=9240
[2] http://www.mincit.gov.co/publicaciones.php?id=9276
[3] http://tlcaldesnudo.com/la-alianza-del-pacifico-es-el-peor-tratado-comercial-presidente-de-la-sac/
[4] http://www.portafolio.co/columnistas/colombia-pierde-competitividad
[5] http://www.larepublica.co/globoeconomia/méxico-gana-la-carrera-de-solicitud-de-patentes-en-la-alianza-pac%C3%ADfico_127181
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