Por: Diego Otero Prada. Miembro de la Red por la Justicia Tributaria en Colombia.
No hay razones convincentes para vender la participación nacional en ISAGEN. La única que dan el gobierno y sus defensores es la de que se necesita plata para mejorar la infraestructura vial, como si no existieran otras posibilidades.
En el fondo, lo que existe es la ideología neoliberal de que todo servicio púbico debe privatizarse, y la excusa es la de que el Estado requiere de dineros. Es bien interesante, antes, las razones para privatizar eran la ineficiencia y la politización de las empresas públicas, pero como esto no se puede afirmar para ISAGEN, viene la excusa de los recursos para la infraestructura vial.
Aquí tengo la siguiente objeción. Con las utilidades de ISAGEN para el gobierno de más de 240 millones en 2012, que aumentarán fuertemente con la entrada de Sogamoso en 2014, el gobierno puede recurrir a un crédito interno o externo y obtener dineros para invertir en vías, y además se mantienen unos activos valiosos, con ganancia de capital, que no hacen más costoso el crédito.
Hay muchos argumentos para mantener ISAGEN con mayoría de capital público. Es una empresa que está incursionado en energías renovables, viento, geotermia y eólica, que una empresa privada, a menos de tener subsidios, no lo haría.
Los privados no desarrollan proyectos hidroeléctricos grandes por los riesgos y los largos tiempos de maduración, de seis a diez años. El privado quiere rentabilidad inmediata, por eso compra empresas existentes de generación. Invierte en proyectos pequeños o en plantas de generación de rápida instalación como turbogases (pero como ya no hay gas suficiente, esta posibilidad está eliminada por ahora). En Colombia, los privados no han construido plantas hidroeléctricas grandes, con excepción de las empresas públicas EPM, ISAGEN y EMGESA, con 51% de capital del Distrito. Las empresas privadas no están acometiendo ninguna construcción de un proyecto hidroeléctrico de importancia.
Un punto final, se habla de la necesidad de recursos para recuperar el atraso en infraestructura. Este es de tal tamaño, que 4,2 billones de pesos es una gota. Nos retrasamos tanto, que para llegar a los niveles de los países asiáticos se requiere invertir anualmente durante por lo menos diez años, cerca de 40 billones de pesos. La plata hay que buscarla en otras partes: paz, reducir la corrupción y la evasión fiscal, aumentar impuestos al sector minero-energético y a las grandes fortunas urbanas y rurales, eliminar subsidios injustificados para el sector privado, involucrar inversión privada en las grandes autopistas y tener políticas de crecimiento que incrementan los ingresos para el gobierno.
Claro, como 4,2 billones de pesos no es nada, después seguirá ISA y finalmente la corona, ECOPETROL. Y después qué? Vender parques y edificios públicos.
La venta de ISAGEN es una distracción que no obliga a pensar en grande, en los cambios que necesita el país para crecer equitativamente.