PORTAFOLIO / Enero 17 de 2016
Los cálculos del impacto anual de la tributación fueron hechos por la Federación de Avicultores.
“El IVA a los productos básicos de la canasta familiar induce al empobrecimiento y, desde luego, al deterioro de la calidad de vida de la población de menores ingresos”, dijo Andrés Valencia, presidente de la Federación Nacional de Avicultores (Fenavi).
El dirigente gremial indicó que, en el caso particular del sector avícola, en dos productos como el huevo y la carne de pollo, el impacto de cambiar la estructura de bienes exentos a gravados con una tarifa de 5 por ciento, termina generando un impacto en términos del IVA efectivamente pagado por parte de los consumidores del 12,8 por ciento en el huevo y de 10,4 por ciento en la carne de pollo.
“Con la propuesta de gravar la canasta básica en estos productos, los consumidores pagarían, anualmente, 423.486 millones de pesos en IVA por el huevo que consumen. Por su parte, en lo que respecta al consumo de carne de pollo, desembolsarían 874.860 millones de pesos”, destacó el dirigente gremial.
En total, los consumidores pagarían como tributación por concepto de IVA no menos de 1,3 billones de pesos.
La cifra representa el 38 por ciento de lo que el Gobierno había proyectado recibir por el desmonte de los bienes exentos.
En cuanto al recaudo se refiere –dice Fenavi en un estudio económico entregado a Portafolio– la Comisión propone que, para productos como la leche y queso fresco, huevos frescos, pescado, camarones y carne, se proceda con un ‘monofásico’, es decir, aplicado en un eslabón de la cadena de producción antes de llegar al consumidor final.
Así, este podría aplicarse al productor, comercializador mayorista o minorista.
Por lo anterior, el tendero no tendría que cobrar el IVA al consumidor, toda vez que estaría implícito en el precio final y no sería necesario vender huevos con factura.
Para Fenavi, al gravar los productos que antes estaban exentos o excluidos del IVA se genera un incentivo adicional al contrabando abierto, particularmente desde Venezuela donde los diferenciales cambiarios han vuelto este negocio muy rentable.
También la expectativa de recaudo por el desmonte de los bienes exentos podría tener un balance negativo desde la equidad y la eficiencia tributaria.
Entre otros, aumento del costo de vida, desestímulo al consumo de huevo y pollo y aumento de la pobreza por la afectación en la canasta básica.
Igualmente, menor impuesto recaudado por renta y estímulos al comercio informal, lo mismo que al contrabando.
De forma indirecta, concluyó el gremio, se gravarían los medicamentos y las vacunas, los cuales pasarían de una tarifa de cero a 19 por ciento, aumentando los costos de producción, desincentivando los programas vacunales y de sanidad aviar.