Por iniciativa del Ministerio de Hacienda de Colombia se está realizando un seminario preparatorio de una Cumbre de Latinoamérica y el Caribe, programada para julio del presente año con el objetivo de promover “una tributación global, incluyente, sostenible y equitativa”. Con esta propuesta se busca crear una coordinación de política tributaria en la región. Lo cual permitiría avanzar en una tributación más justa en los países de la región y le daría más peso a Latinoamérica y el Caribe para defender sus intereses en el debate internacional sobre el tema.
Expertos en temas tributarios como Susana Ruíz, de Oxfam, o Ricardo Martner, de la Comisión por la Reforma de la Tributación Corporativa internacional, han saludado con entusiasmo el espacio que se está gestando. Ruíz considera que la proyectada cumbre puede desembocar en un acuerdo sobre unos estándares de tributación mínimos y en la creación de un espació de coordinación y gobernanza de la región. Martner también es optimista frente a lograr una posición común regional que gane vocería internacional y que marque una ruta para una tributación más progresiva.
Se espera lograr compromisos en temas de transparencia fiscal internacional, en mecanismos de abordar de manera conjunta la tributación sobre la riqueza, en una tarifa mínima de impuesto para las multinacionales, en definir criterios mínimos para identificar los paraísos fiscales, entre otras.
Sin embargo, algunos analistas son más escépticos sobre las metas alcanzables. Para Miguel Ángel Rodríguez, coordinador de Investigaciones de Cedetrabajo, es positivo que se avance en la integración fiscal de la región, pero frente al contenido de los acuerdos señaló cuatro grandes barreras: primero, el contexto geopolítico, pues los gobiernos tienen diferencias en temas como la integración regional, el multilateralismo o los conflictos mundiales como el de Ucrania, también diferentes prioridades temáticas, lo cual puede repercutir en impedir otros acuerdos.
Segundo, la recuperación postpandemia hace que cada país priorice sus intereses, la recuperación económica en AL se afecta por una competencia entre los países para atraer recursos. La tributación es una carta en esa competencia. Tercero, los intereses nacionales, ya que cada país tiene sistemas tributarios diversos y tensiones políticas internas. Cuarto, las trabas administrativas, no todos los países cuentan con las herramientas para un control tributario efectivo.
“Es importante que los parámetros que se acuerden mejoren las herramientas de los Estados latinoamericanos y del Caribe para evitar los abusos tributarios de las transnacionales”, concluyó Rodríguez.