Documento Preliminar de Investigación de Economía Local No. 13
Juan Camilo De Ávila, Investigador de Cedetrabajo Capitulo Cartagena
La educación en Cartagena pasa por una difícil situación. El déficit de aulas, las dudas para los recursos futuros del sector, la calidad en las instituciones oficiales, muestran el grave estado del sistema educativo de la ciudad que, además, enfrenta las metas poco ambiciosas de la administración actual.
1. EL ESTADO DE LA EDUCACIÓN EN CARTAGENA: PEOR IMPOSIBLE
El Plan de Desarrollo Distrital, aprobado por el Concejo y presentado por el alcalde Manuel Vicente Duque y su gabinete, propone, en su componente educativo, la construcción de 432 aulas para la Jornada Única. Sobre esto hay que decir lo siguiente. El Plan Sectorial de Educación del ex alcalde Dionisio Vélez planteaba que “…según el SICIED, Sistema Interactivo de Consulta de Infraestructura Educativa, se requiere de la construcción de 518 aulas nuevas para reducir el hacinamiento…” [Las cursivas son nuestras]. Es decir, 528 aulas sólo para hacinamiento, sin incluir infraestructura para implementación de la Jornada Única.
En suma, lo que propone el Alcalde Manuel Vicente Duque es bajar a 432 aulas, esto es, 86 aulas menos, para atender el actual hacinamiento, más las nuevas necesidades de la Jornada Única, lo que se traduce en un hacinamiento estructural.
Tal parece que la estrategia es aumentar la cobertura con instituciones privadas, como lo demuestran las cifras: de las 457 instituciones educativas que existen en las Unaldes (Unidades Administrativas Locales de Educación), 267 son de carácter privado (58.42%) y 102 de carácter oficial (41.57%). Esto es, una política de privatización.
Por otro lado, el sector educativo enfrenta otro gran problema, su financiación. Hay que resaltar que la educación de calidad cuesta mucho dinero por su característica de costos marginalmente creciente, es decir, para educar a otra persona es necesario invertir suficientes recursos.
El Sistema General de Participación -SGP- que es la principal fuente de financiación de la educación en Cartagena y en Bolívar, ha venido sufriendo disminuciones, consecuencia de la coyuntura económica interna y externa, y las proyecciones del Ministerio de hacienda a seguir esa tendencia.
Esta reducción golpea fuertemente al departamento y a la ciudad que son grandes dependientes de estos recursos, como lo señala la Contraloría General en su boletín Macro Fiscal #12. El año 2017 será el fin del régimen de la transición en las transferencias que realiza el gobierno nacional a los departamentos y municipios. La intención del gobierno es volver al antiguo Situado Fiscal (Ley 60 de 1993). Si el gobierno aplicará esa fórmula para este año el SGP sería de $29.6 billones y no de $34.7 billones, $5 billones menos según lo señala en un estudio de Aurelio Suarez.
La situación es complicada. La Secretaría de Educación Distrital no parece tener estos detalles en cuenta en sus proyecciones lo que podría terminar generando un déficit en el presupuesto de la educación en la ciudad.
La alimentación escolar no se escapa de esta situación. En mayo de este año, Juan Carlos Urango (Director de Cobertura Educativa de la Secretaría de Educación del Distrito), señaló en el periódico El Universal de Cartagena que el PAE (Programa de Alimentación Escolar) no es un programa de alimentación, y que el Ministerio de Educación solo giro los recursos para atender la población de jornada única ($1.542 millones) dejando sin dinero a los estudiantes del resto de los colegios que representan el grueso de la comunidad estudiantil de la ciudad.
Además, en la ciudad se benefician 80.302 estudiantes de 172 instituciones y preocupa que el Plan de Desarrollo del Distrito tenga como meta atender a 77.000 mil estudiantes. Cifras que no concuerdan con la realidad y que pueden dejar por fuera miles de niños que necesitan de este programa.
Asimismo, la matricula oficial, dirigida a la población en edad escolar, es decir aquella población que acorde a sus edad debe estar en las aulas clases ha venido experimentado disminuciones significativas al pasar de 176.657 mil estudiantes a 162.367 estudiantes en 2016.
Esta situación ha generado que en estos momentos existan 10.631 estudiantes que no se encuentran en el sistema educativo distrital, presentándose en el 2015, el mayor porcentaje de deserción escolar en los últimos 6 años con un total de 4,95%.
Estamos hablando de un sistema con poca capacidad de retener a su población, con el agravante que en ese mismo año 16.479 jóvenes entre los 15 y 16 años no se matricularon y que el 45,8% de los estudiantes reprobados en grado 11 para el 2015 no regresaron a las aulas en el 2016.
De igual manera, cuando se examina otro indicador fundamental como lo es la tasa de supervivencia, el cual permite determinar de los estudiantes que ingresaron al sistema educativo distrital desde Preescolar cuales terminaron su ciclo de formación, observamos como de 100 estudiantes, solo logran terminar 52, cuando en el 2009 eran 86 estudiantes.
Y en el caso de la zona rural simplemente son 42 estudiantes lo que logran culminar su proceso de formación, demostrando así las magnitudes de la crisis de la educación en Cartagena.
Los resultados, en cuanto a calidad, no son alejados de esta realidad. Según un informe de Cartagena Cómo Vamos “en 2015 y por segundo año consecutivo, ninguna institución educativa oficial alcanzó el nivel de A+, el más alto en las pruebas Saber 11 La mayoría de las instituciones educativas tuvieron resultados mínimos o insuficientes en las pruebas Saber 3°, 5° y 9°”.
Con este panorama no hay duda de que el estado de la educación es grave con tendencia a empeorar, y las metas del gobierno de Manuel Vicente Duque y su secretario de Educación German Sierra, fijadas en el plan de desarrollo distrital, son realmente insuficientes.
En efecto, bajar la tasa de deserción escolar de 4.95% al 4% en los cuatro años de gobierno, y subir un 4% la tasa de cobertura en educación media, nos parecen unos resultados realmente pobres; reducir la tasa de analfabetismo de 2.73% a 1,50%, igual; y subir la matricula estudiantil de preescolar de 12.850 a 14.500, nos resulta también poco ambicioso; objetivos que son insatisfactorias para la ciudad.
2. El PAE y las irregularidades con este programa en Cartagena.
Un informe reciente de la Contraloría General de la Republica sobre el Programa de Alimentación Escolar, demuestran la existencia de 210 hallazgos, de los cuales 42 son fiscales por $12.745 millones de pesos, 206 con connotación disciplinaria y 4 con presunto alcance penal, ejecutado con recursos que la Nación transfiere a través del Ministerio de Educación Nacional y lo correspondiente al 0.5% de los recursos del Sistema General de Participaciones –SGP, en los siete departamentos de la Costa: Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena y Sucre.
En el caso de Cartagena, para la vigencia 2014 suscribió el Contrato de suministro No. 71-72-73-74-75-82-83-2014 con la Cooperativa de Servicios Generales la Heroica-Cooseheroica, por $21.328.7 millones de los cuales el MEN aportó $6.061.1 millones, I.C.L.D o recursos propios $12.107.4 millones, SGP $3.160.1 millones y a su vez efectuó Adicional No. 1 del 05/08/2014, por $10.664.3 millones de estos el MEN aportó $1.613.4 millones e I.C.L.D $9.050.9 millones.
Revisado los pagos entregados por la Secretaría de Educación, se evidencia que se cancelaron según soportes suministrados a la CGR $31.709.6 millones y acorde con lo informado en el acta de liquidación se canceló $31.782.4 millones presentándose diferencia de $72.7 millones.
Se determinó que en el acta de liquidación se relacionan los siguientes pagos que no fueron suministrados a la comisión, así:
De otro lado, enfatiza dicho informe que se suministraron los siguientes documentos que no se relacionaron en el acta de liquidación: orden de pago No. 24798 por $1.477.6 millones y CE 1400002848 por $1.182.2 millones, esto significa irregularidades por más de $ 2.659 millones
La situación descrita anteriormente según la Contraloría, evidencia inconsistencia en la información reportada y por ende debilidades en el sistema de control interno, lo que genera incertidumbre en cuanto a la calidad y consistencia de la información.
Asimismo, otro convenio cuestionable fue el 944 de 02-12-2014 celebrado por el MEN con el Distrito de Cartagena, al cual se realiza la adición No.1 del 26 de febrero de 2015, por $701.2 millones cuyo fin es efectuar un Plan Piloto para Jornada Única correspondiente a 98 días y al suministro de 5.421 raciones- almuerzo por $1.320, valor incorporado por el Distrito de Cartagena mediante el Decreto 466 del 30 de marzo de 2015 y a su vez, girado por el MEN al Distrito, mediante la orden de pago 307344915 del 22 de octubre de 2015.
Igualmente, es de señalar que se efectúa la adición No. 1 el 14 de mayo de 2.015 al contrato No. 45-47-52-53 SED de 30-01-2015 suscrito por el Distrito de Cartagena con el Consorcio Alimentamos Cartagena 2015 por $663.2 millones para beneficiar 5.122 estudiantes-raciones almuerzo de la jornada única durante 56 días. En esta adición según la Contraloría se disminuyó el número de días y raciones a suministrar, conllevando a un menor valor en la ejecución de la adición inicialmente suscrita en el convenio celebrado con el MEN, por $38.0 millones.
De otra parte, la contraloría determinó que el valor de cada almuerzo suministrado por el Distrito ascendió a $2.312 con recursos MEN presentándose una diferencia de $992 respecto a lo señalado en la adición No. 1 por el MEN ($1.320), por tanto se pagó un mayor valor de la ración así:
Violando de esa manera el objeto contractual establecido en el convenio 944 de 2014 en su cláusula primera y tercera, en ultimas lo que señala este informe son una serie de irregularidades que se viene cometiendo en este plan que tiene como finalidad garantizar la permanencia de los estudiantes beneficiados por este programa en el sistema educativo de Cartagena, agravando aún más la ya crítica situación de la educación en Cartagena.