Alonso Osorio y Demetrio Galíndez
En la década del 80 el Estado construyó la represa de Salvajina, en el departamento del Cauca, con la promesa de impulsar el desarrollo y generar progreso en la región. Dos décadas después la exclusión, el desplazamiento la pobreza y el hambre azotan a los habitantes de los municipios vecinos. Para colmo, la transnacional Unión Fenosa, actual dueña de la obra, pretende desviar el rio Ovejas para aumentar el embalse de la represa, eliminando las opciones de vida de miles de indígenas y afrodescendientes de la región. Este artículo describe la situación que sufren estos colombianos bajo este proyecto, que se repite en todo el país con el modelo neoliberal y los Tratados de Libre Comercio.
[gview file=”http://cedetrabajo.org/wp-content/uploads/2012/08/45-51.pdf” save=”1″]