Generic selectors
Sólo coincidencias exactas
Buscar en el título
Buscar en el contenido
Post Type Selectors
Filtrar por categoría
+57 Conexión Colombia
Actualidad Industrial
Agro
Apunte Económico
Bernardo Useche
Blog
Boletín del sector agropecuario
Boletín Mensual
Boletines
Cartilla
Cedetrabajo en las regiones
Ciencia
Comercio exterior
Comunicados de prensa
Enrique Daza
Eventos
Género
Helen Rojas
Helen Rojas
Industria
Informe SIA
Internacional
Investigaciones
Justicia Tributaria
Leonardo Jiménez
Libro
Medio Ambiente
Mercado Laboral
Miguel Ángel Rodríguez
Mujeres con criterio
Nuestros análisis
opinión
Problemática Social
Publicaciones
Salud
Tarifa diferencial
TLC

La gran estafa de la lucha contra el cambio climático

Jul 12, 2022

Por Enrique Daza, director de Cedetrabajo. A pesar de los compromisos asumidos internacionalmente, el gobierno de Estados Unidos está promoviendo la producción mundial de petróleo y con ello la emisión de gases de efecto invernadero. Priman en Biden consideraciones geopolíticas y la preocupación sobre el impacto de los altos precios en el aumento de la […]

Por Enrique Daza, director de Cedetrabajo.

A pesar de los compromisos asumidos internacionalmente, el gobierno de Estados Unidos está promoviendo la producción mundial de petróleo y con ello la emisión de gases de efecto invernadero. Priman en Biden consideraciones geopolíticas y la preocupación sobre el impacto de los altos precios en el aumento de la inflación, que puede provocar un resultado desfavorable a su partido en las elecciones de noviembre de este año.

Joe Biden prometió poner fin a la explotación petrolera y al fracking en las tierras federales, una pequeña parte del territorio estadounidense, aquellas que no están bajo la jurisdicción de los estados, con lo dio vía libre a la explotación en el resto del territorio. Expidió una orden al Departamento del Interior para que “pausara los nuevos arrendamientos de petróleo y gas”, “en la medida de lo posible”, pero este Departamento aprobó, antes de la guerra de Ucrania, 3.500 permisos de perforación en los primeros doce meses de su gobierno (https://shortest.link/3IL5).

A pesar de las protestas de los habitantes, autorizó la construcción de un oleoducto denominado Línea 3, que atraviesa cerca de 500 kilómetros del estado de Minnesota.

En los últimos meses ha presionado a la industria del petróleo para que explote y refine, señalando, a principios de marzo: “La industria del petróleo y el gas tiene millones de acres arrendados (…) podrían estar perforando ahora mismo, ayer, la semana pasada, el año pasado”.

Un tema del cual poco se habla es la relación de la guerra con el cambio climático. El ejército de Estados Unidos es el principal consumidor institucional de petróleo en el mundo. Los buques, aviones y camiones militares no usan propiamente energías verdes y el ejército emite más gases que muchos países desarrollados, como lo demuestran estudios realizados en 2019, cuando el presupuesto militar era de 700.000 millones de dólares. La situación en 2022 es más grave aún, con un presupuesto militar de 760.000 millones y un frenético activismo militar, incluidos los patrullajes en el Indopacífico y el fortalecimiento de las operaciones de la OTAN en el conflicto de Ucrania (https://n9.cl/wihz5), (https://n9.cl/skr93t)

Biden anunció en abril de este año que hará subastas para arrendar aproximadamente 70.000 hectáreas de tierras públicas para la extracción de gas y petróleo en 9 estados. Varios análisis muestran que los campos de combustibles fósiles que ya están produciendo impulsarán el calentamiento por encima de 1,5 grados centígrados. Evitar tal calentamiento requiere poner fin a nuevas inversiones en proyectos de combustibles fósiles y eliminar gradualmente la producción para mantener bajo tierra hasta el 40 % de los campos ya desarrollados.

Los grupos conservacionistas presentaron una demanda contra las 3.525 aprobaciones de permisos de perforación de la administración Biden en las cuencas de los ríos Pérmico y Polvo. La administración Biden aprobó un 34m% más de perforaciones durante su primer año que la administración Trump, según datos federales analizados por el Centro para la Diversidad Biológica.

Las subastas y los nuevos arrendamientos de tierras para la extracción han llevado a las compañías petroleras estadounidenses a obtener ganancias récord. La organización de vigilancia AccountableUS informó en febrero que Shell, Chevron, BP y Exxon obtuvieron más de $75,5 mil millones en ganancias en 2021, algunas de sus ganancias más altas en la última década. Las principales compañías petroleras también reportaron miles de millones en ganancias en el primer trimestre de 2022. https://n9.cl/14cpv

Durante años, el gobierno de EE. UU. ha arrendado regularmente porciones del Golfo de México para exploración y perforación en alta mar. El presidente que hizo campaña sobre la acción climática no ha reducido esa práctica.

Recomendamos | Hay que ejecutar políticas heterodoxas para frenar la inflación

Apenas unos días después de las conversaciones climáticas de Glasgow, la administración subastó casi 40 millones de hectáreas en el Golfo de México. Se trata de la venta de arrendamiento para perforación petrolera en alta mar más grande en el Golfo de México.

Biden ha permitido más perforaciones en tierras públicas en el Oeste de EU y en Alaska que las que hizo Trump en su primer año.

Biden ha aprobado casi 900 permisos más para perforar en terrenos públicos en 2021 que Trump en 2017, según el Centro para la Diversidad Biológica.

_______________________________________________________________________________

El paquete legislativo para promocionar energías verdes y reconstruir la infraestructura estadounidense, “Reconstruir Mejor” (Build Back Better), se ha estancado y refleja la gran influencia de las compañías petroleras en el Congreso

_______________________________________________________________________________

El paquete legislativo para promocionar energías verdes y reconstruir la infraestructura estadounidense, “Reconstruir Mejor” (Build Back Better), se ha estancado y aunque acusa a dos demócratas, Joe Manchin y Kyrsten Sinema, de ser los principales culpables de este fracaso, el estancamiento refleja la enorme influencia de las compañías petroleras en el congreso de EU.

En marzo, el Departamento de Energía de Biden anunció dos pedidos a largo plazo que otorgan a un par de proyectos de Cheniere Energy en Luisiana y Texas “flexibilidad adicional para exportar el equivalente a 720 millones de pies cúbicos por día” de gas natural licuado (GNL) “a cualquier país con el que Estados Unidos no tiene un tratado de libre comercio, incluyendo toda Europa”.

Estados Unidos ha tenido una leve disminución en las emisiones de GEI, debida al remplazo del carbón por el gas, más barato antes de la guerra de Ucrania, y a la acción de algunos estados y ciudades, pero esto no es suficiente para cumplir las metas a las que se ha comprometido.

El ritmo del uso de combustibles fósiles lo determinan el mercado y los intereses geopolíticos, que están por encima de las consideraciones científicas y de bienestar de la humanidad. El partido demócrata concentra el debate en los temas climáticos, raciales y de identidad étnica y elude los de desigualdad, pobreza y laborales.

No teniendo suficiente con estimular al máximo la producción petrolera en el país, el gobierno de Biden ha intentado, con poco éxito hasta el momento, restablecer nexos con Venezuela, Arabia Saudita e Irán para que aumenten sus flujos petroleros al mercado y abaratar así los precios del crudo. Estos esfuerzos y el incremento de la producción doméstica no tendrán efectos en el corto plazo, pues no es de un día para otro que las inversiones den resultado y las gestiones diplomáticas se le están enredando mucho a la administración estadounidense

En la última cumbre del G7 realizada en Alemania, EE. UU.  no prestó mayor atención a los compromisos de las potencias en materia de cambio climático, el mayor desafío durante la cumbre celebrada el año pasado en Inglaterra. Se consideraron más importantes el aumento en los precios de la energía, la crisis alimentaria y la guerra de Ucrania.

Estamos viviendo una gran estafa en lo que se refiere a la amenaza de un cambio climático rápido y de consecuencias devastadoras. El engaño consiste, no en que los científicos se equivoquen, sino en que los gobiernos de Estados Unidos y buena parte de los de Europa Occidental están muy lejos de cumplir con lo acordado internacionalmente en las conferencias de las Naciones Unidas. Si estos van a ser nuestros aliados, mejor que Dios nos agarre confesados.

Nota original publicada en Las 2 Orillas.

Comparte esta publicación

Publicaciones Relacionadas

Traducir »