*Nota original ENERGIEWENDE UND SOZIALER DIALOG, Alemania abril 2023.
Más carbón y menos bienestar. Mientras las exportaciones de carbón de la transnacional Suiza Glencore en el departamento de La Guajira aumentan a causa de las sanciones a Rusia, la región se hunde cada vez más en una profunda crisis alimentaria, productiva y de pobreza. Ante esto, la población del departamento busca formas de organizarse.
La Guajira habla sobre su futuro con amplitud y diálogo social. Esto fue lo que se pudo observar en el foro “Diversificación productiva, cambio climático y diálogo social” llevado a cabo el viernes 17 de marzo en la Universidad de La Guajira, la universidad pública del departamento minero de Colombia. El evento contó con una amplia difusión en medios locales, y la participación de sectores cívicos, académicos e indígenas, como el Comité Cívico por la Dignidad de la Guajira, y la Asociación de Jóvenes y Mujeres Wayuu.
Durante el evento, diferentes organizaciones y ponentes discutieron en dos ejes temáticos sobre la situación del departamento. En el primero: “Cambio Climático y Transición Energética” se abordaron los temas de desarrollo sostenible y los proyectos de transición a fuentes de energía renovables propuestos por el gobierno de Gustavo Petro. En la segunda parte del evento, “Diversificación productiva y diálogo social” se discutieron los efectos de la especialización productiva de la región en el carbón, y la necesidad de lanzar una mesa de diálogo social para afrontar estos desafíos.
“Este foro es el inicio de un diálogo con las fuerzas vivas del departamento” mencionó Felipe Rodríguez, coordinador del Comité Cívico por la Dignidad de la Guajira, en sus palabras de inauguración del acto. Este diálogo trataría los desafíos a futuro del departamento, reconociendo la importancia de la transición energética, sin dejar de lado los problemas de desarrollo de la región. “Hay niveles de informalidad del 77% y la mitad de la población guajira está en una situación de inseguridad alimentaria”, con estás palabras Felipe daba el foro por iniciado.
El evento se da también pocos días tras la visita de Cem Özdemir y Robert Habeck a Colombia. En este viaje, los minsitros alemanes discutieron con sus contrapartes colombianas sobre la transición energética, la posibilidad de inversión en el hidrógeno verde, y la transformación agraria del país. Pese a que los ministros no visitaron La Guajira, los intereses de Alemania en el departamento son más importantes que nunca. Tras el inicio de la guerra en Ucrania, el interés de Alemania por el carbón colombiano aumentó, llegando a importar 2.3 millones de toneladas de Colombia en 2022. Este mineral proviene principalmente de la mina a cielo abierto El Cerrejón, la más grande de Latinoamérica y propiedad de la empresa transnacional suiza Glencore (siehe LN 545).
El papel de la guerra y de Alemania para la región fue expuesto más a fondo en la intervención de Laura Chaparro, estudiante colombiana de economía política y desarrollo en Kassel y coordinadora del movimiento Aktion Guajira. “El Gobierno alemán está en la búsqueda de recursos energéticos para su país” afirmó “esto tiene unas connotaciones neocoloniales, donde se ve a América Latina como el patio de atrás. Donde se viene por recursos y se deja a las poblaciones empobrecidas”.
Contrario a lo que se habría esperado tras la elección del gobierno progresista de Gustavo Petro, estas relaciones no parecen haber cambiado. Incluso, como la reciente visita de dignatarios alemanes lo demuestra, las relaciones energéticas entre ambos países parecen aún más profundas.
Sin embargo, el principal problema de La Guajira, y un detonante de su condición neocolonial, no se da únicamente por el origen no renovable de la energía.El enfoque en el hidrógeno verde y otro tipo de energías por parte del gobierno alemán, sería también el interés por un mercado disponible para el capital financiero y las empresas energéticas alemanas y europeas.
Este interés se refleja también en las políticas llevadas a cabo por la Ampel Koalition en Alemania. Por un lado, la pérdida del principal proveedor de carbón a Alemania aumentó las importaciones de este mineral desde Colombia. Ignorando los profundos daños ambientales, sociales y culturales causados por Glencore en La Guajira. Por otro lado, la promesa de energías alternativas en Europa, presenta riesgos y relaciones de matices neocoloniales entre Alemania y Colombia.
Los proyectos de fuentes de energías renovables impulsados por el gobierno de Petro y apoyados política y financieramente por el gobierno alemán, han tenido también fuertes repercusiones en las comunidades wayuu del departamento. Jazmín Romero, líder wayuu, denuncia de este extractivismo verde que “los 65 parques eólicos que se están construyendo en territorio wayuu, están llevando al desplazamiento de la población”. Para evitar esto, se necesitaría una política real por parte del gobierno nacional sobre las consultas previas, que no tome partido por las empresas energéticas. “Lo que nos dicen es que cada empresa es libre y autónoma de hacer sus propias consultas” comenta Jazmín “esto ha conllevado a que las consultas se realicen de manera permisiva para acabar y sacar a la población wayuu”.
Pese a que las comunidades wayuu han exigido al gobierno nacional de Gustavo Petro que suspendan estas consultas previas indulgentes, parecen estar siendo ignorados por Bogotá. “No me hago la ilusión de un cambio, cuando es el mismo modelo neoliberal y extractivista transnacional. Y los wayuu? fregados” de esta forma terminó su intervención Jazmín.
La especialización del departamento en el minero extractivista, ha tenido también fuertes impactos para La Guajira. “Estamos amarrados a un modelo económico en el cual dependemos de los mercados extranjeros” menciona Enrique Daza, director de Cedetrabajo. Este tipo de políticas económicas se habrían impuesto principalmente a través de la apertura económica y los tratados de libre comercio con países como Estados Unidos o la Unión Europea. Una muestra de ello, es que hoy en día el 98% de los productos de exportación de La Guajira corresponden al carbón.
Al finalizar el foro, las diferentes organizaciones reafirmaron la necesidad de constituir una mesa de diálogo y concertación guajira. Esta iniciativa propiciará “el mayor proceso de unidad del que se tenga noticia en este departamento”. Además, se comprometieron a crear una hoja de ruta para una diversificación y transición energética, que vaya más allá de los límites departamentales.