Portafolio. Reciente fortalecimiento del dólar no basta para dar nuevo aliento: expertos.
Pese a algún repunte en la recta final del año que significó un aumento de la producción de 1,5 por ciento en diciembre, la industria perdió el año, y en los 12 meses cayó 1,9 por ciento, informó ayer el Dane. En el 2012 había caído también, 0,3 por ciento.
Si bien la caída ya se preveía, sí ha sorprendido la evolución del dólar desde el 14 de enero, cuando comenzó una carrera alcista, desde 1.924,79 pesos, hasta llegar muy cerca de los 2.050 pesos el 7 de febrero.
Ese nivel del dólar, dijo en ese momento el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, “es la mejor noticia para los agricultores e industriales colombianos, porque pueden competir mejor frente a los productos importados”.
Y si bien ese es un respiro, aunque dirigentes gremiales como Camilo Llinás, presidente de los autopartistas, consideren que el precio ideal es 2.200 pesos por dólar, el presidente de Analdex (gremio de los empresarios del comercio exterior colombiano), Javier Díaz, apuntó que una mejoría en la tasa de cambio “no es lo único que se requiere” para dinamizar el crecimiento de la industria y las exportaciones.
En lo corrido del año, hasta ayer, el peso se ha devaluado cerca del 5 por ciento, pero en días previos se aproximó a 6,4 por ciento. No obstante que este aumento beneficia al sector, el vocero del Grupo Proindustria, Guillermo Rodríguez, observó que también lo afecta porque se encarecen las importaciones de materias primas e insumos.
Rodríguez deja sentado de una vez que no es el dólar el responsable del descalabro industrial, “sino la desprotección en que la ha dejado el Estado, ya que no está en capacidad de competir con la industria extranjera”.
Lo que se requiere para la recuperación industrial, según el diagnóstico de hace varios años y que Javier Díaz reiteró son ganancias significativas en productividad y competitividad, para lo cual es necesario disminuir los costos de producción en Colombia.
“Lo que hemos dicho es que Colombia internacionalizó los precios de los productos pero mantuvo los costos nacionales”, manifestó el presidente de Analdex, quien puso como ejemplo que a pesar de la reducción en los precios de la energía, estos todavía son muy altos. “Continuamos con unos costos de energía superiores a nuestros competidores”, agregó, puntos, en los que coinciden Llinás y Rodríguez.
Las propuestas de los tres directivos coinciden (ver puntos anexos).
CUATRO EMPUJONES PARA EL SECTOR
1. Infraestructura
Los consultados plantean un salto en las vías de transporte (carreteras, férrea, fluvial, etc.) y demás infraestructura logística, pero como las licitaciones 4G y su terminación demorarán entre cuatro y seis años, Díaz pide avanzar ya en superar tiempos muertos, trámites e inspecciones; “En todo esto se puede recortar, es un asunto de costos que resulta fundamental”, puntualizó.
2. Barreras
Díaz menciona las barreras técnicas, como en el caso de Ecuador. Igual situación, agregó el directivo, se está viendo con Argentina, Brasil y Venezuela, entonces da temor que esta situación se propague en los diferentes mercados a donde Colombia exporta manufacturas. El Gobierno debe actuar a través de la diplomacia.
3. Renegociar
Para Llinás y Rodríguez es imperativo renegociar el sector automotor en los tratados de libre comercio (caso México y Corea), de manera que al tiempo que lo protege de la dura competencia extranjera permita prepararse para enfrentarla.
4. Contrabando
Llinás, además, señala la pertinencia de revisar temas como los peajes, pólizas, la seguridad en las vías y, al igual que Díaz y Rodríguez, aboga por una lucha frontal contra el contrabando.