Luis Angel Villar
Desde que César Gaviria decreto las “reformas estructurales de la economía” un puñado de negociantes de la salud y el sector financiero se han venido enriqueciendo con cada una de las reformas que se han implementado en el sistema de salud, mientras la inmensa mayoría de la población colombiana se hunde cada día más en la pobreza. Hospitales públicos cerrados, enfermedades infecciosas que resurgen, otras cuyos índices se disparan, despido de trabajadores, pálidas campañas de vacunación, centros de investigación científica clausurados, enfermos que deben resignarse a morir en sus casas son las nefastas consecuencias de la Ley 100, cuyo ponente en el Congreso fue el actual Presidente de la República.
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