Deslinde.
Aunque el presidente Uribe Vélez manipula y mangonea al Congreso, cuyas mayorías dócilmente aprueban sus proyectos antidemocráticos, antipopulares y antinacionales, existe un grupo de parlamentarios que hacen honor al mandato que les confirió el electorado. Ellos rechazan la política uribista, respaldan los actos populares y de diversos sectores que repudian las medidas gubernamentales, y se perfilan como un genuino bloque oposicionista que, incluso, le brindará al pueblo colombiano otra opción presidencial en las elecciones de 2006. Lo cual le resulta imperioso a la nación y sus gentes, pues de no contar con una verdadera alternativa –que defienda la soberanía, la producción y los derechos ciudadanos– el país seguirá postrado ante los ucases norteamericanos y proseguirá haciendo de las suyas una política que, como la de Uribe y quienes le antecedieron, sólo tragedias ocasiona a Colombia, deparándole un futuro todavía más funesto que el presente.
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