Modificado del original en ABC de España, Leído en Tribuna Magisterial, noviembre 6 de 2011
La institución británica difunde más de 60.000 documentos que cubren más de tres siglos de avances en la ciencia.
La Royal Society, fundada en 1660, la institución científica más antigua del mundo, abrió en días pasados a consulta de los internautas su archivo histórico, miles de investigaciones que, como las de Newton o Darwin, cambiaron el curso de la historia.
De forma gratuita, cualquier interesado puede consultar más de 60.000 documentos que cubren tres siglos de grandes descubrimientos y pequeños avances que han ido forjando el actual conocimiento científico, recogidos en el archivo de la Sociedad, galardonada este año con el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. El jurado del galardón apreció el impulso que la Royal Society ha dado a la “investigación y difusión del conocimiento generado por la humanidad”. Navegar por ese vasto archivo permite rescatar pedazos de historia de la ciencia como los pavorosos relatos sobre las primeras transfusiones de sangre. O saber de jóvenes estudiantes alcanzados por rayos cuando trataban de aclarar la naturaleza de la electricidad, además de las trascendentales investigaciones de científicos como Faraday, Maxwell o Boyle.
“La apertura del archivo abre una ventana fascinante a la historia del progreso científico durante los últimos siglos e interesará a todos aquellos que quieran comprender la evolución de la ciencia”, destacó la psicóloga Uta Frith, miembro del comité de bibliotecas de la sociedad. “Si se destruyesen todos los libros del mundo y sólo quedara la revista de la Royal Society, ‘Philosophical Transactions’, no es aventurado decir que los fundamentos de la ciencia y el progreso intelectual de los últimos dos siglos se salvarían”, escribió en 1870 el biólogo Thomas Huxley.
PUBLICARON ISAAC NEWTON Y BENJAMIN FRANKLIN
La Royal Society fue la primera institución del mundo en publicar, en 1665, una revista que cumplía con los estándares de control y rigor que hoy en día se imponen a sí mismas las publicaciones científicas más prestigiosas.
Entre quienes pasaron esos controles estuvo Isaac Newton, quien publicó, en 1672, el que está considerado su primer escrito científico, la “Nueva teoría sobre la luz y los colores”.
También escribió en la revista “Philosophical Transactions” Benjamin Franklin, que utilizó una cometa para demostrar, en 1752, que la electricidad de los rayos viaja desde las nubes hacia la tierra y que se puede recoger de forma artificial.
Las publicaciones de la Royal Society revelan curiosidades como los escritos del astrónomo francés Adrien Auzout, que en el siglo XVII publicó su particular “Visión de la Tierra desde la Luna”, en la que describía el aspecto que debería presentar el planeta para unos “supuestos habitantes” del satélite terrestre. “Para la gente de la Luna, la Tierra debe mostrar diferentes caras según la época del año. En invierno no debe haber nada verde en la mayor parte del planeta mientras, en verano, todos los campos deben verse amarillos”, escribía en 1665 el astrónomo, que llegó a proyectar un telescopio de más de 300 metros para observar la Luna.
75 DE SUS MIEMBROS TIENEN UN PREMIO NOBEL
La Royal Society se inspiró en las ideas del científico y filósofo inglés Francis Bacon (1561-1626) para crear una institución dirigida a extender las fronteras del conocimiento a partir del desarrollo de la ciencia, las matemáticas, la ingeniería y la medicina.
Sus son elegidos de por vida entre los científicos más destacados en sus respectivos campos y entre sus integrantes han figurado Isaac Newton, Charles Darwin, Albert Einstein, James Watson o Stephen Hawking. Hoy en día, la institución cuenta con cerca de 1.500 miembros, entre ellos 75 premios Nobel y nueve Príncipe de Asturias, además de cinco representantes de la Familia Real inglesa, entre ellas la reina Isabel II.