En la edición del Tiempo del domingo 29 de septiembre el Ministro de Hacienda, el economista Mauricio Cárdenas, salió en defensa de la venta de ISAGEN con argumentos falaces que es importante refutar.
Dice el Ministro: “La venta de activos para aliviar la carga fiscal que representan estos aportes es una estrategia responsable y eficiente, especialmente cuando lo que se vende tiene una menor rentabilidad que lo que se construye. En el caso de Isagén, esto es categóricamente cierto. Al precio actual, la rentabilidad de la empresa vía dividendos será del orden de 3% en los próximos años, frente a una tasa cercana a 10% que demandarán las nuevas las carreteras.”
Veamos cual es la verdad analizando los estados financieros de ISAGEN que se presentan abajo. Para 2012, se obtuvo una utilidad antes de impuestos de 509.585 millones de pesos, de los cuales se pagaron por impuesto de renta 48.682 millones de pesos, para una utilidad neta después de impuestos de 460.903 millones de pesos. Para una participación del gobierno nacional de aproximadamente 58,0%, esto equivale a unas utilidades de 267.324 millones de pesos.
Con las cifras de los estados financieros se tienen los siguientes indicadores de rentabilidad en 2012. La relación de la utilidad operativa sobre activos totales fue de 7,44% y la de la utilidad neta sobre el patrimonio fue de 12,69%, es decir, valores muy diferentes a los que da el Ministro. Pero, adicionalmente, hay que tener en cuenta lo que recibe el gobierno por impuesto a la renta, que en 2012 fue de 48.682 millones de pesos, que más un 58% de utilidades, da un total para el gobierno central de 316.005 millones de pesos y, por lo tanto, una rentabilidad sobre activos totales de casi 10,0% y sobre patrimonio de más de 14,0%. Sobre esta base, las rentabilidades para el gobierno son más altas de lo que manifiesta el ministro.
Afirma el Ministro: “La llegada de un nuevo socio mayoritario a Isagén tendrá un impacto muy favorable sobre la propia empresa y sobre el sector eléctrico colombiano. Dado su alto endeudamiento, Isagén requiere un socio en capacidad de inyectar recursos frescos para posibilitar su máximo crecimiento. Es algo que el sector privado puede hacer, mientras el Gobierno concentra sus esfuerzos en cerrar brechas sociales y apoyar la construcción de infraestructura.”
ISAGEN es una empresa eficiente con altas utilidades, muy bien manejada, por lo cual no se ve por qué un socio privado va a mejorar la administración. El sector eléctrico es un sector muy conocido que no requiere habilidades especiales. Es un sector cuya tecnología no ha cambiado en los últimos cien años. ISAGEN está creciendo, y es así que está construyendo Hidro Sogamoso, de 800 megavatios, y ha participado en varias subastas. No requiere capitalización como dice el ministro, no se ve de donde ha sacado este argumento, salvo para justificar su venta. ISAGEN nunca le ha pedido plata al gobierno.
El endeudamiento ha aumentado, por supuesto, por la inversión en Hidro Sogamoso, pero con la entrada de esta planta en 2014, los ingresos mejorarán notablemente, la deuda disminuirá y la empresa podrá involucrarse en otras obras. Lo clave no es endeudarse sino tener un nivel de la misma apropiada y los recursos futuros para ir pagándola.
Comenta el Ministro: “Se dice que con la venta de Isagén subirán las tarifas eléctricas. Nada más alejado de la realidad. La participación del Estado en la compañía no tiene ningún impacto en los precios de la energía que pagan los consumidores. Dada la actual regulación, las tarifas eléctricas se determinan en un mercado donde lo relevante es que haya un número amplio de generadores y comercializadores, no si estos son públicos, privados o mixtos. Además, para propósitos prácticos, Isagén se comporta como empresa privada, pues su gobierno corporativo –donde el Gobierno solo tiene dos de los siete miembros de la junta– así lo exige. Isagén no subsidia la energía ni realiza proyectos a pérdida. Prueba de ello es que en las últimas subastas de energía no ha resultado favorecida, pues los precios ofrecidos han resultado más altos que los de sus competidores.”
El mercado colombiano de generación es oligopólico. Es un mercado concentrado según el índice de Herfindahl. ISAGEN, EPM y EMGESA concentran más del 60 por ciento de la generación así como unas pocas empresas grandes la generación termoeléctrica, especialmente localizadas en la Costa Atlántica. No es un mercado muy competitivo, aunque existan más de 66 generadoras, muchas de ellas pequeñas. Como dato curioso, existe una empresa que asocia las grandes empresas generadoras, Asociación Colombiana de Empresas Generadoras (ACOLGEN), algo raro cuando se habla de que el mercado debe ser de competencia. No es cierto lo que dice el Ministro. Y cuando los mercados no son competitivos se prestan a manipulación de precios según la teoría económica neoclásica. Y más cuando no existe una entidad fuerte reguladora y de control del mercado.
Continúa el Ministro: “Otro gran mito es que la venta de la empresa pondrá en peligro la expansión del sector eléctrico. Hoy en día, las reglas de juego son claras y los incentivos, los adecuados para que un número importante de empresas que compiten en este sector desarrollen los proyectos que el país requiere.”
El interrogante surge es cuando hay situaciones de emergencia, ya que la existencia de una empresa pública nacional puede actuar más rápidamente para instalar plantas de emergencia que una empresa privada que se rige por la maximización de ganancias. El otro problema tiene que ver con la construcción de hidroeléctricas fuera de Antioquia que no serían posibles con una empresa de capital privado, ya que este sector es poco amigo de este tipo de plantas de generación de rendimiento de largo plazo.
Por último, dice el Ministro, “se ha dicho que los recursos de la venta de Isagén se pueden desviar a otros propósitos. El Gobierno ha asumido el compromiso de depositar el valor total de la venta de este activo en un fondo de infraestructura del cual no se habrá girado un solo peso antes del 7 de agosto próximo. ‘Cuentas claras, cuentas sanas’ es nuestro lema, bajo el que asumimos dicha responsabilidad ante el país.”
Las carreteras tienen un tiempo de ejecución de mediano plazo, de ahí que hay dos soluciones para obtener recursos para las vías: hacer uso de las utilidades de ISAGEN para pagar las inversiones en carreteras o hacer un préstamo pignorando las utilidades de ISAGEN. Ahora, con la entrada de Hidro Sogamoso en 2014, las utilidades de ISAGEN deben aumentar anualmente un 30%, por lo cual más recursos le entrarán al gobierno nacional por pago de impuestos y utilidades netas distribuidas.
Como se ve, ninguno de los argumentos del Ministro Cárdenas son ciertos para justificar la venta de ISAGEN, salvo las razones ideológicas de un ministro caracterizado por su pensamiento radical neoliberal, en un gobierno que se dice de avanzada.
Seguimos convencidos de la inconveniencia de no seguir feriando los servicios públicos.
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