El sector cultural en Colombia es uno de los más abandonados y al que menor porcentaje del Presupuesto Nacional se destina con solo 0,17% lo cual equivale a unos 450.000 millones de pesos, según Felipe Arango, presidente de la Unidad Nacional de Artistas.
Algo que se le criticó al gobierno anterior fue la promoción de estímulos, concursos e incentivos que se hicieron a través de convocatorias en las que muchos no cumplían los requisitos, sobre todo las pequeñas empresas, tal como lo comunicó Oscar Gómez, director del festival cultural los Planetas que se realiza en Bucaramanga.
A parte de reconocer la escasa inversión para la cultura y la desigualdad en oportunidades, ¿qué se le exige a este nuevo gobierno? La ex directora del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, Saia Vergara Jaime explica en un artículo del periódico EL PAÍS que este sector necesita una administración integral en la que se tengan en cuenta procesos territoriales y educativos.
Una planeación de agenda y desarrollo cultural conjunta Estado-territorios-comunidades, actuaría acorde con el contexto y las necesidades de un país lleno de diversidad y multiculturalidad.
“Quien se adentre en las complejidades de la administración pública de la cultura debe tener clara la importancia de la formulación de planes de cultura y planes sectoriales que buscan caracterizar, diagnosticar y plantear acciones específicas que permitan atender las necesidades del universo cultural desde el ámbito nacional, municipal y/o distrital, con enfoques poblacionales y territoriales”. (EL PAÍS, 2022)
El Gobierno Petro hizo varias promesas a Colombia al sector cultural, entre esas, promete trabajar en conjunto con los actores culturales y la ciudadanía para tomar decisiones políticas alrededor del desarrollo territorial en materia de cultura.
No se ha hablado mucho en cuestión de mayor inversión económica, pero al menos se habla de reformular los incentivos para que éstos, más allá de concursos y estímulos, las iniciativas artísticas y culturales sean pensadas desde la diversidad.
Estas propuestas, al parecer, tienen un enfoque territorial que busca comprender las prácticas culturales como parte del patrimonio nacional y construcción de identidad más que una fábrica de talento humano para incrementar la productividad y competencia en el mercado. Pero aún falta determinar cómo se llevará acabo y con qué presupuesto.
Durante años los artistas colombianos han tenido que vivir “por amor al arte”, teniendo en cuenta que el presupuesto asignado para la cultura en Colombia no es suficiente. Hay expectativa sobre si con el cambio de gobierno, se asignen más recursos a este sector.
Se espera que con este nuevo gobierno la deuda histórica con la cultura se salde, las promesas vayan más allá de una mera iniciativa y de verdad se instalen estrategias de planeación cultural, educativa, equitativa y territorial dentro de las comunidades para el tan anhelado cambio social por el que Colombia apostó en sus elecciones presidenciales del 2022.