Este artículo abarca el panorama actual de la situación social del país, poniendo en evidencia la política gubernamental que, al servicio de organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, tiene por propósito exclusivo, no combatir la pobreza decididamente, sino ocultarla mediante tecnicismos metodológicos y controlar la ‘bomba social’ con programas asistencialistas de corto plazo que no sacarán de la miseria a la mitad de la población colombiana y mucho menos permitirán alcanzar grados de desarrollo para mejorarles su calidad de vida. La del presidente Uribe es una política demagógica para hacer creer que se trabaja en combatir la pobreza, a la vez que sus acciones se emprenden para engrosar los bolsillos de las élites nacionales y extranjeras, exprimiendo cada vez más a los trabajadores y sus familias.

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