En el Acuerdo de Asociación Transpacífico están EE. UU. y Japón, y su PIB es 13 veces el de la Alianza del Pacífico. El acuerdo estaría este año. Colombia pidió entrar, pero no ha sido invitada.
Portafolio. Aunque ahora el énfasis del Gobierno es la industria y el agro, y no los tratados de libre comercio (TLC), sí mantiene su interés en participar en las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).
Allí están todos los socios de la Alianza del Pacífico (AP), menos Colombia; negocian 12 países, entre ellos Japón y Estados Unidos, y la suma de sus economías es 13 veces la de la AP.
Mientras la AP, de Colombia, México, Chile y Perú, se firmará en noviembre, según anunció el presidente Juan Manuel Santos el miércoles en Nueva York, los miembros del TPP tienen la firme intención de que el acuerdo comercial quede listo este año.
El TPP es negociado por Canadá, Estados Unidos, México, Perú, Chile, Japón, Malasia, Australia, Nueva Zelandia, Singapur, Vietnam y Brunei, y su próxima ronda se realizará el 8 de octubre en Bali (Indonesia).
Colombia, señaló el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, solicitó en enero del año pasado hacer parte de las negociaciones, cuyos miembros tienen en común que también lo son de Apec (Foro de Cooperación Asia Pacífico, con 21 países).
El TPP –agregó el Ministro– es visto por sus miembros como una forma de fortalecimiento del comercio, la inversión y los servicios dentro de Apec. Los socios colombianos de la AP son parte de Apec, pero “aún no hemos sido invitados a participar en la negociación del Acuerdo Transpacífico”, dice el Ministro.
“Estamos interesados en participar en esa negociación (del TPP), como quiera que tres de nuestros socios en la Alianza del Pacífico ya están en ese proceso (Chile, Perú y más recientemente México); eso lo dejamos planteado el año pasado”, expresó Díaz-Granados.
Javier Díaz, presidente de Analdex (gremio de empresarios del comercio exterior), no duda en afirmar que Colombia debe estar en el escenario del TPP y que “lo que hay que mirar es el cómo, y esto hace parte de lo que hay que discutir internamente”.
El TPP busca liberar al máximo el comercio mundial de bienes y servicios y establecer reglas claras de juego, al parecer más estrictas, en otros campos.
La organización estadounidense Public Citizen ha advertido que el capítulo de inversión del TPP les da más derechos a las empresas para impugnar las políticas sobre patentes, entre estas las farmacéuticas, de los países.
Misión Salud y otras ONG advierten que EE. UU.pretende extender el régimen inversionista-Estado a los derechos de propiedad intelectual y obstaculizar el derecho de los Estados a regular los precios de las medicinas, por ejemplo a través de medidas como los precios de referencia internacional, como la que hace poco adoptó la CNPM para 189 medicinas.
RIESGO DE ADHERIR SIN NEGOCIAR
En agosto, varias organizaciones, como Misión Salud, alertaron a la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos (CNPM) “sobre el peligro que tendría el adherir sin excepciones al TPP”, pues los países que se adhieran con posterioridad a la finalización de las negociaciones no tendrán la posibilidad de negociar nada.