Cultivadores de varias regiones dicen que por compras del Gobierno y luego por su entrega gratuita no tienen quién les compre y precios se fueron al piso.
Las compras de papa que hace el Gobierno están beneficiando a pocos productores privilegiados, mientras que a los que no se les compra se les agravó el problema con la caída del precio, la sobreoferta y la imposibilidad de vender, pues los consumidores esperan que llegue el producto regalado, aseguraron productores de Nariño, Norte de Santander y Antioquia.
En esas zonas, las compras del Gobierno generaron la caída del precio del tubérculo, la sobreoferta y, en el peor de los casos, la paralización de la venta del producto, pues los consumidores esperan la llegada de papa regalada.
Según el Dane, el valor al consumidor final bajó 4,8 por ciento en septiembre y 16,6 por ciento en octubre.
MERCADOS PERDIDOS
En Antioquia, el cultivador Ignacio Rodríguez señaló que los paperos han perdido los mercados que tenían en la isla de San Andrés, pues el Gobierno decidió regalar papa allí y la gente ya no les hace pedidos.
“Enviábamos papa lavada, de la mejor calidad, para clientes exigentes, pero el Gobierno nos está llevando a la quiebra”, dijo Rodríguez, quien cultiva en el municipio de Santa Helena, en las goteras de Medellín.
Por su parte, los dirigentes regionales de la Federación Colombiana de Productores de Papa (Fedepapa) denunciaron que las entregas de papa regalada por el Gobierno están haciéndose justamente en los municipios productores, como Sonsón, San Vicente, Guarne, Marinilla, Yarumal y El Santuario, y que lo mismo sucede en los mercados a donde enviaban: Chocó, Sucre y Córdoba.
“Lo peor es que se da producto de mala calidad. Ya no sabemos a dónde más ir o ante quién más quejarnos”, denunciaron.
En el departamento de Nariño, la situación es similar. Gustavo Rivera, vocero local de Dignidad Papera, destacó que “la idea de las compras que hace el Ministerio del Interior es buena, pero no fue analizada a fondo, porque terminó por inundar las plazas de mercado y acostumbró a la gente a vivir de la caridad, no a comprar”.
“Tuve que dejarla muy barata, a unos 10.000 pesos. Pasto, Ipiales y las demás cabeceras municipales donde se siembra papa se han visto perjudicadas”, dijo Rivera.
Los cultivadores de este departamento tenían sus mercados en Cali y, desde allí, era despachada a Buenaventura y otros municipios del Valle del Cauca.
“En el puerto, nuestro mayor mercado, el Gobierno la regala y a nosotros no nos compran ni una libra en la central de abastos Cavasa”, denunció Rivera, quien propuso al Gobierno que la regale en otra parte.
“Fuera del país sería lo mejor, con el fin de descongestionar el mercado nacional”, concluyó.
CRISIS EN NORTE DE SANTANDER
En el caso de Norte de Santander se denunció que el Estado, con la papa regalada, está asfixiando a los productores.
“Ellos producen unas 16.000 toneladas anuales, hoy todas para consumo interno, porque se les cerró el comercio con Venezuela”, dijo Alejandro Estévez, presidente de la Federación Colombiana de Productores de Papa (Fedepapa).
El dirigente gremial reclamó por las entregas de papa del Gobierno en forma inconsulta con los gremios de la producción, pues “el Gobierno no puede tomar medidas que favorezcan a pocos y afecten a la mayoría”, concluyó Estévez.