Según las cifras oficiales de la ARN, entre 2001 y lo corrido del 2020 (hasta el mes de agosto) se poseen registros de 75.694 personas que salieron de grupos armados al margen de la ley en el país. De este gran total, 64.312 son hombres y 11.382 mujeres. En cuanto a su antigua participación en los grupos armados, esta agencia registra 36.374 excombatientes de grupos de
autodefensas, 4.889 desmovilizados del grupo ELN, 19.928 excombatientes de las FARC desmovilizados individualmente, 13.934 desmovilizados como fruto del Acuerdo Final y 569 excombatientes de otros grupos.

El regreso de la población de excombatientes a las diversas actividades que se desarrollan dentro de la sociedad y que se dan en un marco de la legalidad, se entiende de diversas formas para la ARN. Por un lado, se
encuentra el proceso de reintegración que incluye una categoría especial, junto con el desarrollo del proceso de reincorporación.

En este primer análisis se realiza una caracterización de los proyectos productivos de los excombatientes. Tal como lo señala Cristina Forero se “reconoce la presencia de distintas fallas comunes: ausencia de
voluntad política, incumplimiento en las promesas de desarme, regulación débil frente a temas clave (recursos naturales, drogas ilícitas y organizaciones criminales) y ausencia de seguridad económica (excombatientes con poca diversificación económica y con una alta
dependencia de recursos)”.

Por ende, será necesario esperar las acciones que puedan producir el llamado de urgencia que realizan en varios de sus apartes los informes de los organismos de control y de la investigación de la FIB, entendiendo la gran contribución que poseen los proyectos productivos y la reincorporación económica en el establecimiento real de una paz estable y duradera