CENTRO DE ESTUDIO DEL TRABAJO, CEDETRABAJO / APUNTE ECONÓMICO, 09 DE OCTUBRE DE 2014
El pasado martes 16 de septiembre, el Presidente Juan Manuel Santos destacó la reducción de la pobreza en Colombia. El mandatario, indicó que aproximadamente 3,6 millones de personas salieron de esta condición. Las cifras parecen un gran éxito del actual Gobierno. Lo que no conoce la opinión pública es cómo se hace este tipo de cálculos.
En Colombia, una persona se considera pobre si tiene menos de $6.947 por día en su bolsillo, es decir si percibe ingresos por $208.410 al mes. Esta situación, en vez de reflejar el avance en política social del país, demuestra como los cambios de metodología aplicados por el DANE han reducido sistemáticamente los índices de pobreza en el país.
Cabe recordar que en 2011, se cambió la metodología de cálculo de la pobreza en Colombia, lo cual derivó en una reducción esta línea en una tercera parte[1], según los criterios y recomendaciones del Departamento Nacional de Planeación.
En esta misma línea, comparado con otros países de la región, Colombia cuenta con una de las bases más bajas para medir la pobreza. En Chile, la línea de pobreza se ubica en $8.022 al día; mientras que en Argentina llega a los $9.444 al día. Más grave aún, si se compara con la situación de Estados Unidos, en donde la línea pobreza se encuentra en $61.311 por día.
Adicionalmente, está la alta desigualdad en el país, medido por el coeficiente de Gini, la cual se ubica en 55,9 según el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidad (PNUD); además, de uno de los salarios mínimos más bajos de la región, $20.533 por día, el cual ganan poco menos del 55% de los trabajadores, sueldo que no alcanza para mucho. Por su parte el salario mínimo de Chile es de $27.664 al día; en Argentina llega a los $29.574 al día; y en Estados Unidos es de $114.608 por día.
Estas cifras, en primera medida dejan ver cómo se ha llevado la política colombiana a afanosos cambios metodológicos que pasan por encima de las realidades de la población, además que estas no se evidencian únicamente en los indicadores de pobreza, sino también en los de desempleo, donde su reducción se ha dado más por cambios en la forma de medición que por cambios reales en las condiciones de los colombianos. Es así, que no se puede andar ‘cacareando’ mejoras en indicadores, si estos llevan detrás un cambio en las metodologías.
Queremos cifras reales, no supuestas mejoras económicas y sociales que solo son ciertas en los computadores del DANE.
[1] Portafolio (2011). Crece polémica por fórmula para medir la pobreza en Colombia. 14 de septiembre de 2014. Disponible en: http://www.portafolio.co/economia/crece-polemica-formula-medir-la-pobreza-colombia
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