Juan Camilo De Ávila.
Investigador del Grupo Educación y Desarrollo Social del Centro de Estudios del Trabajo (CEDETRABAJO) Cartagena.
El pasado 7 de junio el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación en Bolívar –SUDEB- y el Centro de Estudios del Trabajo –Cedetrabajo- Capítulo Cartagena, hicimos pública una carta abierta en la que manifestamos la insatisfacción que nos causan las metas que trazó la administración del alcalde Manuel Vicente Duque en la línea de educación del Plan de Desarrollo Distrital.
En respuesta a dicha carta, la Secretaria de Educación del Distrito dijo que “sus metas y objetivos están sustentados en la realidad escolar”, añadiendo, a través de Juan Carlos Urango Director de Cobertura Educativa de dicha cartera, que muchos de los planes del gobierno nacional en el tema del pos-conflicto apunta que sectores de la población que hoy están asentados en Cartagena, que son desplazados de los Montes de María y del sur del departamento, hagan el retorno a sus regiones de origen, lo que ocasionaría que muchos niños que están en el sistema educativo dejen la ciudad, lo que reduciría la demanda escolar.
Lo dicho por el funcionario es una suposición carente de fundamento. Lo primero es decir que no existen estudios serios que permitan concluir de que en el pos-conflicto los desplazados de los Montes de maría y el sur del departamento regresaran a sus sitios de origen, lo que reduciría la demanda escolar, como lo afirmó especulativamente el Sr. Durango. Lo segundo, imaginando que eso sea cierto, tiene que ver con otro hecho que deja sin fundamento la explicación del funcionario. El sistema educativo del departamento, que depende sustancialmente de los recursos del Sistema General de Participación -SGP-, no tiene capacidad para acoger más demanda escolar, en razón a que, por factores macroeconómicos, existe una reducción de los recursos por el orden de los $5,6 billones del SGP para el bienio 2015-2016, como lo indica la Contraloría General en su boletín Macro Fiscal #12, donde además pone al departamento de Bolívar como uno de los departamentos más afectados con esta situación. Y el tema no muestra señales de mejora a mediano ni a largo plazo.
Se ignora además otro hecho. El segundo semestre de este año el gobierno del presidente Juan Manuel Santos plantea reformar el SGP para recortar los recursos que la nación le traslada a los entes territoriales para financiar entre otros, a la educación, lo que agravaría el panorama del sector y debilitaría a un más las posibilidades de ampliar cupos escolares, especialmente para la población desplazada que alega el Sr. Urango.
Además, no se puede desconocer otro hecho. Las razones del desplazamiento son variadas. La violencia ha sido históricamente un factor de desplazamiento, pero no el único. No se puede desconocer que existen razones aún más estructurales del desplazamiento, como lo es el recrudecimiento de la pobreza y la miseria en el sector rural, la falta de oportunidades, el abandono del Estado, la quiebra de la producción, factores que permanecen a pesar de la terminación del conflicto armado, es decir, el no retorno es una realidad para amplios sectores de desplazados del país y de nuestro departamento.
Pero hay algo grave en la respuesta a las preocupaciones expresadas por el SUDEB y Cedetrabajo: los puntos que no se tocaron. Temas como la infraestructura y la jornada única quedaron en vilo con la respuesta del señor Urango. Por ejemplo, no responde por qué el Distrito va a construir 432 aulas nuevas para implementar jornada única cuando el Plan Sectorial de Educación realizado por el ex alcalde Dionisio Vélez dice que para minimizar el déficit de aulas en la ciudad se deben construir por lo menos 518 salones, es decir, quieren construir 86 aulas menos algo que llevará al hacinamiento.
Tampoco se refiere a las metas que consigna el Plan de Desarrollo Distrital de reducir simplemente el 0,45 % de la tasa deserción escolar en 4 años, o reducir la tasa de analfabetismo de 2.73% a 1,50%, y subir la matricula estudiantil de preescolar de 12.850 a 14.500, que en definitiva son metas mediocres.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el panorama de la educación en Cartagena es crítico, y la respuesta por parte del gabinete del alcalde Manuel Vicente Duque se queda corta ante esta crisis.