El presente artículo forma parte del libro “Interpretación dialéctica sobre el origen, el desarrollo y la evolución de la vida”. Guiado por esa metodología que descubre las contradicciones internas de los fenómenos, estudia –entre otros temas, la relación del mundo de las partículas atómicas con el de los grandes conglomerados de galaxias, la evolución biológica como resultado de la unidad de contrarios del organismo, el siempre espinoso tema de los genes y la cultura, y las enfermedades como un factor ligado al desarrollo socioeconómico en cada momento histórico de la humanidad. Su libro constituye una amplia visión de la relación del origen, desarrollo y evolución de la vida. El capítulo aquí presentado muestra cómo los virus, bacterias, hongos y otros microorganismos han sido un factor que, junto al polimorfismo genético de las diversas poblaciones humanas ayudaron a trazar el camino evolutivo del hombre, desde la antigua fase del Australopithecus hasta el encumbrado Homo sapiens.
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