Gustavo Rubén Triana S.

La dramática situación del movimiento sindical es un importante tema de discusión, teniendo en cuenta que en agosto se realizará el Congreso de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT. Efectivamente, desde el comienzo de la apertura económica –a principios de los noventa– y de las sucesivas reformas laborales que con el lema de “flexibilización laboral” se han venido realizando, las organizaciones de los trabajadores han sido víctimas de una ofensiva patronal y gubernamental. Se ha acusado al sindicalismo de corrupción y de mantener privilegios, al paso que se ha desestimulado en todas las formas la organización de la clase obrera. Ante esta ofensiva que tiene alcance mundial, han surgido tendencias a acomodarse a esta situación y renunciar de una vez por todas a las conquistas que el movimiento sindical duró casi un siglo en conquistar.

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