Por Helen Alexa Rojas Montenegro – asistente de Investigaciones y asuntos de Género de Cedetrabajo.
Noviembre culmina con grandes movilizaciones, en las cuales miles de personas de distintos rincones del mundo se unieron en acciones significativas. El mes se inauguró con el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, un llamado para erradicar la violencia de género. Y culminó con la conmemoración del Día de Solidaridad con el Pueblo Palestino.
Durante más de siete décadas, los palestinos han vivido bajo ocupación de Israel, que buscan desplazarlos y apropiarse de sus territorios, enfrentándose a la violencia, la discriminación y la falta de derechos. Las mujeres y los niños, que conforman más de la mitad de la población, son particularmente vulnerables en el actual conflicto bélico, donde el ejército israelí ha respondido de forma desproporcionada con una arremetida militar sin precedentes.
Es repudiable que naciones como Estados Unidos respalden la política expansionista de Israel. A Israel por concepto de asistencia militar seguridad cada año, Washington envía 3.800 millones de dólares en financiamiento militar.
Las mujeres e infantes, debido a las desigualdades de género preexistentes y otros factores socioculturales, se han visto particularmente afectados, enfrentando mayores riesgos de empobrecimiento y una mayor vulnerabilidad a todas las formas de violencia, según la ONU. El 70% de las víctimas civiles en Palestina son mujeres, niñas y niños.
Mujeres Palestinas sin salud
La desestabilización institucional en Palestina, exacerbada por el conflicto con Israel, ha tenido impactos devastadores en la población al socavar la capacidad del Estado para brindar protección. según el Ministerio de Sanidad Gazatí los bombardeos han clausurado alrededor de 14 hospitales y 45 centros de atención primaria. Antes del estallido del conflicto, las restricciones israelíes ya menoscababan los derechos de los palestinos, especialmente en lo referente a los permisos para tratamientos médicos. Según la OMS (2008-2022), un promedio del 40% de las solicitudes de atención médica fueron rechazadas.
«La falta de agua, electricidad y el acceso limitado a alimentos y medicamentos están afectando seriamente los servicios de salud materna, neonatal e infantil, han alertado la UNRWA, UNICEF, UNFPA y la OMS.»
Las frecuentes escaladas militares han tenido un impacto devastador en las mujeres y niñas al erosionar las condiciones de vida y limitar el acceso a servicios esenciales. En Gaza, donde más de 50.000 mujeres están embarazadas, más de 180 dan a luz diariamente. Se ven obligadas a dar a luz en refugios, lo que queda de sus hogares o incluso en las calles entre escombros, aumentando significativamente el riesgo de infecciones y complicaciones médicas.
Después de que Israel interrumpiera el suministro de agua y electricidad, la escasez de productos de higiene empeoró la situación, presentando desafíos significativos para las mujeres en Gaza al buscar obtener productos esenciales. Algunas mujeres recurren a la ingesta de pastillas para retrasar la menstruación debido a la falta de toallas sanitarias. Esta práctica, puede generar complicaciones graves para su salud a largo plazo.
Aumento de la pobreza, destrucción del tejido social
Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, se estima que hasta la fecha han sido asesinados 1.487 hombres. Esta violencia ha resultado en un incremento de viudas, con la creación de cerca de 900 nuevos hogares liderados por mujeres.
Los hogares liderados por mujeres en Gaza enfrentan distintos desafíos socioculturales. Aquellas mujeres que se encuentran en situaciones de abandono o divorcio, y en menor medida las viudas, no solo enfrentan el estigma social, sino que también corren un riesgo de experimentar violencia debido a la pérdida de la protección social.
Las normas sociales y culturales, fuertemente influenciadas por factores religiosos, perpetúan la idea de que el papel principal de las mujeres debe ser el cuidado del hogar y la familia. Este enfoque contribuye a que las mujeres representen solo una quinta parte del mercado laboral.
Las mujeres palestinas desempeñan un papel vital al sustentar la vida de su comunidad. No solo buscan proveer material de sustento, sino que también, ante la disminución del acceso a servicios de salud y protección, han asumido una carga más pesada. Esto se traduce en mayores responsabilidades en el cuidado de los heridos, así como en la prestación de apoyo psicosocial y emocional a los miembros de la familia.
Las amenazas que enfrentan las mujeres en el territorio palestino ocupado están vinculadas a la privación y violación general de derechos, así como a las prolongadas crisis humanitarias que afectan a toda la población palestina.
La discriminación cultural nociva, la distribución desigual del poder, los recursos entre mujeres y hombres, y un sistema legal obsoleto, fragmentado y discriminatorio, son elementos fundamentales que contribuyen a la discriminación de género y la violencia de género en el territorio palestino ocupado.
Palestina libre.
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