DINERO 6/13/2015
Los indicadores más recientes de desarrollo del Banco Mundial revelan una verdad incómoda del sector agrícola colombiano: la productividad hace muchos años no levanta cabeza.
Expertos del Copenhagen Consensus Center, sostienen que impulsar el rendimiento del sector agrícola en un 40% en el mundo, proporcionaría beneficios por valor de US$84.000 millones por año.
Las causas que explican esta caída son dos y están resumidas en un estudio de Roberto Junguito, Juan José Perfetti y Alejandro Becerra.
- La principal razón es la poca investigación agrícola, la cual extingue los procesos de generación de conocimiento e innovación. Los investigadores resaltan que el aumento del gasto en inves¬tigación agrícola en Colombia fue la mitad de la registrada en la región entre 2000 y 2007.
- Otro factor que incidió para llegar a esta situación fue la inadecuada política en los procesos de asignación de bienes públicos. Por ello, para el caso específico del café, expertos como Juan José Echavarría, economista que lideró la Misión cafetera de 2014, argumentan que los subsidios directos son un gran obstáculo para el desarrollo del país. La solución de esta talanquera, según el estudio liderado por Junguito, pasa por “desmontar los subsidios directos y los apoyos de precios y limitarlos mediante criterios explícitos”.
Investigación para el campo
El estímulo a la investigación agrícola es urgente, por tal razón Roberto Junguito sugiere establecer una renta de destinación especial proveniente de los ingresos corrientes del gobierno para financiar este rubro. Además, plantea la necesidad de fortalecer Corpoica como eje del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Agropecuaria y facilitar esquemas de becas para que más colombianos se especialicen en estas áreas.
A nivel mundial, expertos del Copenhagen Consensus Center, sugieren dentro de su compendio de objetivos para los próximos años, impulsar el crecimiento del rendimiento agrícola en un 40%. Para ello es necesario que en el mundo se inviertan recursos adicionales por US$2.500 millones anuales en investigación y desarrollo agrícola. Según este marco, de adelantar acciones en este sentido, se reduciría el precio de los alimentos para los más pobres, 80 millones de personas no pasarían hambre y se generarían beneficios sociales por US$84.000 millones anuales.