El Gobierno de Colombia prometió que con el TLC con la Unión Europea el país vería un crecimiento de su PIB y de sus exportaciones, pero todo quedó en promesas.

En agosto del 2013 entró en vigor el TLC de Colombia con la Unión Europea, luego de dos años y siete meses de negociación. El tratado prometía, entre muchas cosas, un impacto positivo para Colombia en materia económica.

Antes del TLC, Colombia basaba su comercio con la Unión Europea en la exportación de productos básicos sin valor agregado e importaba manufacturas y bienes de capital. Hoy en día esto se mantiene y Colombia sigue siendo un productor de bienes básicos.

Un informe del Centro de Estudios del Trabajo (CEDETRABAJO), indica que el crecimiento promedio anual de las exportaciones de Colombia a la Unión Europea entre los 7 años anteriores a la aplicación del TLC y los 7 años posteriores se redujo en 28.4 %, pasando de 20.2% a -8.1%. De la misma forma, las exportaciones tradicionales (productos básicos) a la Unión Europea entre 2006 y 2012 crecieron a un promedio anual del 22.5% pero después de la entrada en vigor del acuerdo comercial tuvieron una caída de 11.7%.

La promesa de invadir Europa con productos agrarios nacionales fue sembrada en tierra árida. Entre 2013 y 2019, Colombia exportaba hacia la Unión Europea productos como banano, flores, aguacates y plátanos, los cuales siguieron siendo básicamente los mismos hoy en día. Mientras tanto, la Unión Europea ha venido diversificando y aumentando los productos que exporta hacia Colombia.

El caso de los productos lácteos es un muy buen ejemplo. Las exportaciones de países como Holanda hacia Colombia crecieron un 349 %, las de Republica Checa un 280 %, las de Italia un 200 % y las de Francia un 132 %, un año después de la firma del TLC. De la Unión Europea arribaron en el 2019 al país 6.400 toneladas de leche en polvo y 6.800 toneladas en el 2020.

Teniendo en cuenta el peso que tiene el comercio con la Unión Europea, pues es el segundo socio comercial de Colombia después de los Estados Unidos, y que el TLC sólo ha reforzado la estructura tradicional de las exportaciones de Colombia, la balanza comercial es negativa para el país y nada de lo prometido se ha cumplido, se debería pensar seriamente en una renegociación del tratado.

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