El país cambió sustancialmente desde hace una semana, tras el paro agrario nacional que tiene el apoyo de toda la ciudadanía y la solidaridad con el sector campesino.
Para José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, el Gobierno debería estar pensando con mucha claridad cómo va a conjurar el problema, “porque aquí lo que hay es una situación represada. El movimiento Los Indignados que se dio en otros países, como por ejemplo en Brasil, se está produciendo en Colombia de manera lenta pero sostenidamente”.
“Porque es evidente y lo hemos venido advirtiendo: la gente se va quebrar. El Gobierno con el cuento del latifundio se le olvidó que en Boyacá y Nariño hay microfundio, como en otras regiones del país. El 80% del territorio es de pequeñas propiedades y sin mecanismos como economía de escala y asociatividad, entre otros, que les permitirían subsistir no les llegan. Acá lo que se tiene es un discurso demagógico”, agregó.
Para la muestra, según el directivo de Fedegán, están los paperos y sus comunidades apoyándolos en la protesta.
Respecto a la crisis del sector ganadero, expresó que el TLC es un instrumento que los pone a competir; pero la gran falla estuvo en cabeza del exministro Juan Camilo Restrepo, al que el Gobierno anterior le dejó diseñado a través de tres Conpes la manera en que se podría mejorar eventualmente su competitividad, de cara a los mercados internacionales.
“Hoy tenemos leche a $5.008,58 dólares la tonelada y carne a $4.100 dólares la tonelada. En ambos productos Colombia podría estar saliendo a los mercados internacionales para colocarla; sin embargo la pregunta es: ¿Qué ha hecho el Gobierno para lograrlo? Nada”, aseveró.
Dijo que Restrepo Salazar, un “ministro con la experiencia que tenía, con el conocimiento de la economía colombiana debió aplicar reformas sustantivas y mejorar los instrumentos a implementar que estimara convenientes; sin embargo, se dedicó a generar titulares de prensa con un impacto gravísimo para el país”.
Igualmente, expresó que fue excluido esta semana de la reunión del sector agropecuario que se realizó en la Presidencia, con el fin de evaluar la problemática que se ha generado por el paro agrario.
“Tenemos un Gobierno que humilla y retalia y cree que eventualmente puede invitar a terceros a sustituir una institucionalidad tan fuerte como Fedegán, soportado no solo en la robustez de su estructura, sino en las raíces que tiene en el campo colombiano, para esconder un problema de la mayor gravedad”, agregó.
Indicó que a la gente del campo le está yendo mal en todo el país; y si se le suma la inseguridad y el problema de la tierra, estar en el campo es un acto heroico. “Es como creer en un futuro incierto como acontecía en 2002”, concluyó el vocero de los ganaderos.
PROBLEMA ESTRUCTURAL
La problemática lechera es estructural y según Fedegán se caracteriza por tener 6.400 millones de litros anuales y una industria que solo procesa 2.900. El resto es autoconsumo o se distribuye en la informalidad con bajos precios al ganadero.
450.000 son productores y solo 5 industrias procesadoras absorben cerca del 60% del acopio formal.
El consumo per cápita (141 litros) está por debajo de la recomendación mundial de la FAO (180 litros).
Los estratos altos consumen 170 litros y en los bajos es de 38 litros por habitante.
Hace 20 años el ganadero recibía el 70% del precio del litro al consumidor; hoy ese porcentaje se ha invertido y apenas supera el 30%.