Gobierno debe atender reclamaciones. Senador Robledo se solidarizó con la protesta. Santos no debe ponerse del lado de las multinacionales.
Cerca de 3.000 indígenas del Resguardo Zenú del Alto San Jorge protestan pacíficamente en la vía que de Puerto Libertador conduce Montelíbano, para exigirle al gobierno nacional y a Cerro Matoso, empresa de la multinacional BHP Billiton, medidas para mitigar los graves impactos sociales y ambientales que genera la explotación de níquel en la región.
El níquel es una sustancia cancerígena que, entre otras cosas, causa enfermedades pulmonares y de la piel. Varios estudios confirman los graves daños causados por BHP Billiton a las comunidades de la zona. En el 2012 se diagnosticaron diez casos de cáncer y en el 2011 se reportaron 14 abortos involuntarios de 36 embarazos.
De acuerdo con un artículo publicado en el portal Las 2 Orillas, “el genetista Milton Quintana Sosa, Director de la Unidad de Investigación, Desarrollo e Innovación en Genética y Biología Molecular de la Universidad Simón Bolívar, realizó un análisis en 30 personas: encontró que el 90% tenían daños genéticos debido a la exposición del Níquel. De igual forma se halló que 14 de los pacientes tenían rastros de metales en su sangre” (). El artículo cita otros estudios que han encontrado una inmensa contaminación en las quebradas que durante décadas les han suministrado el agua a las comunidades de la región.
El senador Robledo respaldó la protesta pacífica y afirmó que, en lugar de ponerse del lado de la multinacional, a quien le prorrogó el contrato hasta el 2044, el gobierno debe las reclamaciones de la gente. Explicó que en el contrato que renegoció el presidente Santos se pactó que la propia empresa haría un estudio sobre los impactos en la salud de las comunidades, lo que consideró una burla del gobierno.