Tomado de la pagina del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELU)
El pasado 21 y 22 de mayo en Quito, Ecuador se llevó a cabo la II reunión ministerial sobre el problema mundial de drogas de la CELAC, con el fin de generar una posición común de los 33 países miembros, para la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre drogas que se llevará a cabo en abril del 2016.
América Latina y el Caribe ha sido una de las regiones más afectadas por la llamada Guerra contra las Drogas, promovida por Estados Unidos desde los años 80. Y que consiste en la militarización de los países productores y de tránsito, con el fin de disminuir la oferta, además del prohibicionismo y la penalización del consumo. Esta posición ha fracasado, los niveles de producción se mantienen, Colombia y Perú siguen siendo los mayores productores de cocaína del mundo, y Centroamérica está inmersa en niveles drásticos de violencia producto de la misma política.
El vicecanciller ecuatoriano, Leonardo Arízaga señalo, “Queremos tener una posición regional que refleje los intereses individuales de cada país, que respete las tradiciones culturales de nuestros pueblos, y tenga en cuenta los aspectos de salud, prevención, seguridad y respeto a los derechos humanos”, igualmente el ministro ecuatoriano del Interior, José Serrano manifestó que la política antidrogas aplicada ha contribuido a poner en riegos la soberanía de los países que hoy aplican esas políticas. Esto a razón de la militarización por parte de Estados Unidos que viven países como Colombia, Honduras, México y Perú.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) existen alrededor de 300 millones de consumidores en el mundo, lo que amerita tener un enfoque de salud pública, dirigidos a la prevención y educación en la fase previa y de tratamiento médico.
La CELAC busca trabajar en una posición conjunta que reforme la visión impuesta por Estados Unidos, en la lucha contra las drogas, “los países latinoamericanos y caribeños no deben estar en función de proteger a un solo Estado para que no llegue la droga a sus fronteras” señalo Serrano en el evento. La política antidrogas para la región debe ser consensuada y soberana, teniendo en cuenta diferentes enfoques poblacionales y subregionales.
La CELAC asume así una hoja de ruta clara para un tema medular en los intereses de América Latina y el Caribe, encabezando avances que otros escenarios, como la OEA, no asumieron y busca como señala su Declaración especial número 10, sobre el tema de drogas, que “La CELAC busca dirigir el nuevo enfoque de lucha contra las drogas en el mundo”.
http://celu.co/un-nuevo-modelo-en-la-lucha-contra-las-drogas/