La Jornada, México
El martes se efectuaron protestas en toda Francia, así como huelgas de taxistas y trabajadores ferroviarios, y la torre Eiffel fue cerrada, contra una reforma laboral que pretende flexibilizar las garantías de los trabajadores y que dejaron como resultado 40 personas heridas y 58 detenidas en las pasadas horas. Las protestas coinciden con el examen de la reforma laboral en el Senado, una cámara con mayoría conservadora que podría añadir nuevas medidas liberales a la reforma. El gobierno socialista, que por el momento se niega a retirar su texto, considerado demasiado liberal por sus detractores, decidió en marzo quitar algunas de las medidas más polémicas con la esperanza de obtener el apoyo de los sindicatos. La reforma, la última del mandato de cinco años de François Hollande (cuya popularidad, según sondeo está en 16 por ciento) tiene la finalidad de posibilitar a las empresas luchar contra el desempleo, que se mantiene en cerca de 10 por ciento. Sus detractores consideran que aumentará la precariedad de los asalariados.