Por Laura Ortiz Galindo
El genocidio que se está viviendo en el Medio Oriente, perpetuado por Israel en Palestina, es histórico y vulnera los derechos de todos sus habitantes sin distinción alguna. En este contexto, las mujeres, los niños y las embarazadas han sido severamente damnificados, expuestos a condiciones indignas sin garantía de sus derechos.
Todo esto auspiciado por el gobierno estadounidense que ha respaldado de manera “inquebrantable” a Israel en asistencia militar con intereses estratégicos bajo la manga. Recordemos que Estados Unidos e Israel firmaron un acuerdo de ayuda en el 2016 en el cual le garantiza a las fuerzas armadas israelíes 38.000 millones de dólares durante 10 años (2017-2028). Este se convirtió en el mayor acuerdo de su tipo que Washington ha firmado con un país.
“Estados Unidos está junto al pueblo de Israel, nunca dejaremos de respaldarlos… y el apoyo de mi administración a la seguridad de Israel es sólido como una roca e inquebrantable” dijo el presidente estadounidense Joe Biden. Reafirmando el mismo argumento de compromiso con la seguridad de Israel del expresidente Barack Obama.
El sistema sanitario en crisis
Según informes de Médicos Sin Fronteras (MSF) más del 60% de los hospitales en la Franja de Gaza no funcionan como consecuencia de los ataques israelíes,ya son 24 de 36 hospitales los que se encuentran fuera de servicio. Progresivamente han destruido el sistema sanitario.
Al no contar con un sistema sanitario funcional, a las palestinas se les está vulnerando sus derechos menstruales. La salud menstrual es fundamental para garantizar los derechos sexuales y reproductivos, los cuales se deben brindar sin distinción alguna a todas las mujeres del mundo. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), organismo de las Naciones Unidas encargado de la salud sexual y reproductiva, “La menstruación está intrínsecamente relacionada con la dignidad humana. Cuando las personas no pueden acceder a instalaciones de baños y medios seguros y eficaces de manejo de la higiene menstrual, no pueden manejar su menstruación con dignidad.”
En todos los conflictos, las mujeres y las infancias son los principales perjudicados. Según un informe de la UNICEF, más de 33.000 palestinos han perdido la vida en la Franja de Gaza, de los cuales el 70% son mujeres y niños, con base en los informes del Ministerio de Salud de Palestina, más de 75.000 palestinos han resultado heridos de los cuales unos 12.000 son niños y niñas. Por ende, la hambruna es inminente para más de 1 millón de personas en la Franja de Gaza, especialmente en el norte donde 1 de cada 6 niños sufre desnutrición aguda grave, conllevando a la muerte.
La salud de las mujeres gazatíes en riesgo
La alimentación de las mujeres embarazadas y lactantes también es muy deficiente: el 25% solo consumió un tipo de alimento el día anterior, y casi el 65% solo dos según una encuesta de UNICEF realizada el 26 de diciembre. Los informes de la ONU Mujeres estiman que más de 10.000 mujeres, entre ellas unas 6.000 madres, que dejan a 19.000 niñas y niños huérfanos, han sido asesinadas por las fuerzas israelíes en la Franja de Gaza, desde el 7 de octubre de 2023 hasta la fecha, pero se afirma que la cifra está muy por debajo de la realidad. Desde octubre del pasado año, la crisis humanitaria agudizó el hacinamiento y la falta de atención sanitaria, por lo que las mujeres gazatíes no cuentan con las garantías y acceso a productos de higiene menstrual o anticonceptivos.
Ante esto, las gazatíes han optado por consumir tabletas de noretisterona como “solución” para retrasar su menstruación, lo cual tiene efectos contraproducentes a largo plazo en su salud. Según el Dr. Walid Abu Hatab, consultor médico de obstetricia y ginecología de Gaza, las tabletas mantienen elevados los niveles de la hormona progesterona para evitar que el útero se desprenda de su revestimiento, retrasando de esta manera el período.
Por otro lado, las mujeres en estado de embarazo han tenido que inducir el parto ante la incertidumbre que causa la guerra y la mayoría de ellas no lo hacen en un hospital sino en tiendas de plástico, escombros y edificios públicos. Según informes de Médicos sin Fronteras (MSF), las parturientas no pueden llegar a los hospitales por falta de combustible y capacidad en los pocos centros médicos que aún quedan. Es decir, mujeres embarazadas se ven obligadas a dar a luz sin electricidad ni suministros médicos en Gaza, poniendo en riesgo su salud sin acceso a servicios obstétricos de emergencia.
Es urgente que la comunidad internacional insista en la exigencia de un alto al fuego y se garantice el flujo de ayuda humanitaria. Adicionalmente, se hace un llamado a la tolerancia. El 6 de mayo mientras Israel bombardeaba la ciudad de Rafah, el único lugar seguro que le quedaba a los palestinos en la Franja de Gaza, en Nueva York se celebraba la Met Gala 2024 (evento de moda reconocido mundialmente), manifestantes pro-palestinos fueron detenidos a las afueras de este evento por pronunciarse a favor del fin del conflicto en Gaza. Como compromiso, las mujeres en Colombia y el mundo debemos alzar la voz contra la violación de derechos humanos al pueblo palestino, principalmente, la vulneración de la salud menstrual, sexual y reproductiva a las mujeres y niñas palestinas.
